Al mantener tus gafas en buen estado y cuidarlas de manera correcta, verás al mundo de otra forma. Por eso, es necesario que sepas y aprendas cómo limpiar tus anteojos sin dañar los cristales.
De nada sirve que utilices los lentes más lindos, modernos y debidamente graduados, si sus cristales se ven sucios y rayados.
Seguramente, en algunas ocasiones, por necesidad, has recurrido a instrumentos de limpieza equivocados. Tales como la camisa, suéter, pañuelos o, simplemente, lo que tengas al alcance, para quitar la suciedad de los cristales de tus gafas.
Sin embargo, estas soluciones espontáneas solo alteran el debido tratamiento de los anteojos. Acortarán su vida útil y perjudicarán tu visión.
Si te preguntas si dañas los cristales de tus anteojos al limpiarlos de esa forma, la respuesta es positiva. Pero no te preocupes, te contaremos acerca de la mejor forma para quitarles la suciedad y mantenerlos sin rayones.
¡Una vez rayados, permanecerán rayados!
Tienes que evitar, en todo momento, recurrir a la camisa y otros elementos que suelen contener sustancias de polvo y suciedad. Estas pueden ocasionar deterioros graves cuando las frotas contra los cristales.
Recuerda que, no se pueden pulir los rayones provocados sobre el material inorgánico de los vidrios de óptica.
Este tipo de daño no tiene arreglo, así que mejor ahórrate tener que cambiarlos constantemente porque no le das los cuidados adecuados.
Cuál es la manera correcta de limpiar tus lentes
Según indican los expertos en el ámbito de la óptica en una entrevista realizada por el diario español ABC, la forma más recomendada de cuidar los cristales de tus gafas es lavarlas con jabón y sumergirlas bajo agua con poca presión.
Los especialistas en optometría aseguran que este método es el más eficaz a la hora de querer prescindir de cada una de las sustancias que se encuentran en los vidrios de tus lentes.
Pasos a seguir:
- Humedece los anteojos con agua tibia.
- Coloca una gota de detergente no abrasivo o neutro sobre tu pulgar e índice.
- Restriega cuidadosa y delicadamente los cristales con las yemas de los dedos hasta que se produzca espuma.
- Asegúrate de retirar muy bien los restos de jabón con agua del grifo.
Como último paso, procede a secar los lentes con pañuelos de hilo o de seda acrílica. Pues, los expertos en esta área señalan que es la forma más idónea para eliminar la humedad y mantener la pulcritud de los anteojos.
Si no utilizas este método, los cristales contarán con altas probabilidades de perder la nitidez y empañarse de manera prolongada.
Otras alternativas
En diversas oportunidades en las que te encuentras realizando alguna actividad, no tienes cerca una fuente de agua. Ni cuentas con el jabón necesario para practicar el procedimiento anterior.
No te preocupes. Existe una solución temporal en esta circunstancia. Usa los pañuelos de microfibra que, por lo general, son proporcionados en la óptica en la que adquieres tus lentes.
En esos casos, siempre huye de los pañuelos y servilletas de papel, pues contienen microscópicas y pequeñas partículas de vidrio. Así como las toallitas húmedas, que solo generarán efectos contraproducentes en tus cristales.
También puedes usar determinados sprays que suelen estar a la venta en ópticas. Estos te ayudarán a humedecer tus cristales para facilitar su debida limpieza.
De esta manera, podrás disminuirás las probabilidades de que se empañen porque, además, cuentan con un tratamiento antivaho.
Opciones para proteger tus lentes
Una alternativa que te ayudará con la limpieza de los cristales, es que uses vidrios ópticos con tratamientos antirayado, hidrófobos y antireflejos.
Esta es una recomendación perfecta para aquellas personas que pasan muchas horas diarias delante de pantallas de computadoras, celulares y tablet.
Aunado a la limpieza correcta que debes darles diariamente a nuestros lentes, también existen diversas opciones para protegerlos y mantenerlos en buen estado.
Consejos para su cuidado
- Usa estuches duros y resistentes: este es el complemento ideal para tus gafas, pues te permitirán guardarlas y trasladarlas de manera segura.
Eso sí, cerciórate de que los estuches sean de buena calidad para disminuir las posibilidades de que los lentes se rayen, ensucien y dañen mientras no los estás utilizando.
- No coloques los anteojos boca abajo: cuando no te encuentres usando tus gafas, guárdalas en un estuche limpio y evita colocarlos sobre una mesa u otro objeto con los cristales hacia abajo.
Al momento que no tengas a tu alcance tu estuche, acomoda tus lentes al revés con las varillas abiertas, como mecanismo de precaución ante caídas y rayados.
- Evita exponerlos al calor extremo de manera perenne: las altas temperaturas pueden estropear y afectar los tratamientos correctivos de tus cristales.
Incluso, alteran la montura de los lentes. Nada de dejar tus anteojos sobre cualquier superficie caliente.
Cómo mantener lentes de sol en buen estado
El cuidado y limpieza para las gafas graduadas son los mismos que para los lentes de sol. Pues, la mayoría de estos implementos están hechos de un material orgánico, que es ligero y delicado al mismo tiempo.
Si sigues cada uno de los consejos mencionados en este artículo, lograrás mantener tus anteojos relucientes y sin daños el mayor tiempo posible.
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