Indiscutiblemente todos tenemos imperfecciones y defectos, y cuando nos aceptamos tal y como somos incluso podemos bromear a costa de ellos o nos reímos de bromas y comentarios que otros hacen al respecto. Durante la infancia y la adolescencia las bromas son cosa de todos los días, pero en muchos casos pueden llegar a causar severos problemas y dejar marcas psicológicas tan profundas que se arrastran a lo largo de la vida.
Por desgracia la apariencia física es uno de los principales factores para ridiculizar, hacer mofa o molestar a los niños. Cuando esto se convierte en algo sistemático la huella es tan grave que el niño puede llegar a tener serios conflictos de autoestima, lo que va a derivar en problemas de socialización y/o o con una personalidad sumisa que lo puede hacer un blanco fácil para el “bullying”, y convertirlo en una persona insegura para el resto de su vida.
Entre los problemas físicos que pueden originar este tipo de situaciones están sus dientes. Por fortuna está demostrado que una vez que se inicia el tratamiento de ortodoncia la situación comienza a cambiar y los resultados favorables se hacen notar casi de inmediato, sobre todo porque durante la infancia y la adolescencia son muchos los chicos que llevan este tipo de tratamientos. Esto los hace sentirse por un lado mejor identificados con sus compañeros, y además queridos y apoyados por sus padres y su familia.
El comenzar con los tratamientos ortodónticos durante la infancia y la adolescencia, dependiendo por supuesto de las circunstancia particulares de cada caso, no sólo tiene repercusiones positivas en la autoestima de los niños. También influye de manera determinante en la duración del tratamiento y evita que se produzcan otras malformaciones o complicaciones que después resulta más difícil corregir.
Pero entonces seguramente surgirá otro problema y es cómo alimentarlos. Recordemos que están en una edad en que aunque su apariencia física les preocupa, su organismo tiene grandes y especiales requerimientos de alimentación para que tanto su cuerpo como su mente estén al 100% y su desarrollo continúe sin carencias de ningún tipo. Pero por otro lado es frecuente también que su apetito presente grandes fluctuaciones, y que tengan períodos de inapetencia alternados con otros de gran voracidad o de antojos específicos. Hay que recordar que el uso de brackets y otros aparatos pueden causar algunas molestias como dolor de dientes, ulceraciones bucales, hipersensibilidad en los dientes o simplemente dificultades para morder y/o masticar.
En algunos casos los aparatos son removibles, lo cual facilita el comer, pero cuando están fijos es necesario realizar algunos ajustes en la alimentación para que puedan disfrutar de sus alimentos sin problema. No hay que olvidar que el tratamiento puede ser largo, y una alimentación deficiente puede poner en riesgo su salud, su rendimiento escolar, su estado de ánimo y más.
La lista de lo que no se puede o no se debe comer durante los tratamientos de ortodoncia o de otros tratamientos dentales puede ser muy larga e incluso desalentadora. Decirle a un niño que ya no podrá comer caramelos o frituras y otros alimentos crujientes incluso puede ser considerado algo cruel. Pero no hay que desanimarse ya que también podemos hacer una gran lista con lo que sí se puede, y con algo de creatividad podemos encontrar opciones deliciosas, nutritivas y muy gratificantes.
- Para la hora del antojo de algo dulce:
- Natillas
- Gelatinas
- Yogurt
- Helados cremosos (cuidar que no contengan trozos como nueces, almendras, caramelos, chiclosos, goma de mascar, etc.)
- Flan
- Galletas y bizcochos suaves sin nueces, almendras, avellanas y otros tipos de frutos secos y duros.
- Cuando el antojo es de algo salado y/o crujiente no todo está “prohibido”. Simplemente hay que buscar alimentos que aunque sean crujientes no sean demasiado duros, como es el caso de algunas galletas saladas especiales para botanas y bocadillos. Incluso algunas marcas comerciales ofrecen este tipo de galletas ya untadas con quesos cremosos, tamaño bocado y se ofrecen en paquetes similares a los de las frituras.
- Si el antojo es específicamente de papas fritas se puede optar por papas a la francesa o en gajos, y no demasiado doradas.
- Una buena opción son las llamadas papas deshidratadas. Están elaboradas con harina de papa por lo que son crujientes pero muy suaves.
- Bocadillos o snacks saludables. Durante el tratamiento de ortodoncia no hay que dejar de comer frutas y verduras, entre las cuales también hay muchas posibilidades. Posiblemente morder una manzana no sea ni recomendable ni agradable en tales circunstancias, pero una manzana al horno, puré de manzana, o fresca pero cortada en rebanadas muy delgadas o en trozos pequeños puede ser también una buena opción. Además hay mangos, papaya, fresas, melón, sandía y muchas otras frutas que pueden comerse sin riesgo y que son simplemente deliciosas. La zanahoria el brócoli, la coliflor se recomienda comerlos al vapor.
- Y en cuanto a la hora de las comidas fuertes del día no necesariamente hay que privarse de todo y únicamente comer purés. Recordemos que las proteínas son básicas tanto en los niños como en los jóvenes y adultos por lo que hay que buscar las mejores opciones para que a pesar de los aparatos puedan tener una ingesta adecuada de ellas.
- Pollo bien cocinado, en cortes delgados y pequeños.
- Puede ser guisado, a la plancha, al vapor, etc. Se recomienda precaución en el caso de los empanizados, sobre todo si la corteza queda demasiado dura.
- Salchichas y embutidos. Existen algunas que son muy suaves y que no representan ningún problema para masticarlas.
- Siempre y cuando no sean variedades que queden adheridas a los dientes o a los aparatos.
- Buscar cortes especialmente tiernos de carnes magras y sin hueso.
Por supuesto no hay que olvidar un meticuloso aseo bucal después de cada alimento, siguiendo atentamente las recomendaciones del odontólogo.
Irene Gabriel dice
Excelentes articulos, de gran utilidad para nuestros pacientes.