En la era de la tecnología se tiende a pensar que todo lo eléctrico o electrónico es mejor que lo manual y esto aplica incluso para la higiene dental. Una pregunta muy frecuente que se hace a los odontólogos es si es mejor usar un cepillo dental manual o uno eléctrico. La respuesta no siempre resulta sencilla y si un cepillo dental eléctrico no se utiliza como es debido. Difícilmente el especialista va a responder en una o dos palabras. Lo más probable es que mencione pros y contras de uno y otro y deje que sea el paciente quien tome la decisión.
Los cepillos dentales eléctricos son muy adecuados para personas que tienen problemas para efectuar un cepillado manual eficiente, ya sea por alguna incapacidad motora, enfermedades mentales, etc.
El uso del cepillo eléctrico reduce un poco el trabajo manual pero hay que hacer la aclaración de que el tiempo de cepillado debe ser el mismo que con un cepillo manual. Si no es así entonces la higiene bucal puede no ser la adecuada.
Los cepillos dentales eléctricos están diseñados para que el cepillado sea lo más parecido posible al cepillado manual. En cuanto a los movimientos que realizan, hay cepillos que producen movimientos giratorios y oscilatorios, otros son solo giratorios y los hay que solamente se mueven de lado a lado. El usuario debe tener esto presente y colocar el cepillo en cada diente para que el cepillo lo limpie en todas sus caras. Si no se hace pieza por pieza los resultados pueden ser inadecuados.
Otra ventaja de los cepillos dentales eléctricos es, en el caso de las personas que son muy agresivas para cepillarse, que cuentan con una alarma o bien dejan de funcionar cuando la presión sobre las piezas o las encías es demasiada. De este modo se evitan daños tanto en las encías como en el esmalte.
Además de elegir el tipo de movimientos que ejecuta un cepillo dental eléctrico es necesario verificar que cuente con aprobación de organizaciones de odontólogos reconocidas. También debe informar de los posibles daños que pueden derivar de un mal funcionamiento, y sobre todo que los componentes eléctricos sean seguros.
En términos generales se recomienda que los niños pequeños usen primero los cepillos dentales manuales y ya cuando dominen el cepillado, que es alrededor de los 6 años, si así se desea, se introduzca el uso del cepillo dental eléctrico. Sea cual sea el caso, lo ideal es que para los niños, el cepillo dental tenga un mango grueso que puedan sujetar y manipular para tener un cepillado adecuado.
Un punto importante a evaluar son los costos y la facilidad para conseguir los repuestos. Estos deben cambiarse con la misma periodicidad que los cepillos manuales. Hay que destacar que los reemplazos no son compatibles con cualquier marca por lo que hay que prestar especial atención.
Según la opinión de un gran número de reconocidos especialistas en odontología a nivel mundial, no existe una diferencia realmente significativa entre el uso de un cepillo eléctrico contra uno manual.
javier dice
Después de probar el cepillo eléctrico, no lo cambio por uno convencional, la sensación de limpieza es total. Al principio da la sensación que va demasiado rápido pero te acostumbras.