A esta pregunta no es posible ofrecer una simple respuesta en la que se de una determinada cantidad de días, semanas, meses o años. Cambiar los lentes es algo que debe hacerse por recomendación del oftalmólogo o del optometrista. Y entonces te preguntarás ¿cada cuándo hay que ir con el especialista? Esto resulta un poco más sencillo de responder, aunque todo depende de cómo se vayan presentando las cosas en cada persona, sin importar su edad, ocupación, o cualquier otro factor.
Una revisión rutinaria de la vista debe realizarse periódicamente a lo largo de toda nuestra vida. Desde que un bebé nace se verifica que todo su organismo, su vista incluida, vaya evolucionando correctamente. Al principio hay chequeos mensuales efectuados por el pediatra, quien de encontrar alguna irregularidad orientará a los padres para que acudan al especialista indicado.
Posteriormente lo ideal es una revisión anual, al menos hasta los 14 años, debido a los cambios que se operan en el cuerpo a lo largo de las diferentes etapas de crecimiento. Más adelante pueden ser por lo menos cada dos años, especialmente cuando no se ha presentado ningún problema. Y para las personas que usan gafas se recomienda hacerse una revisión cada año o dos cuando mucho, para tener la seguridad de los anteojos en uso siguen siendo los adecuados. Esto no debe representar ninguna dificultad para todas aquellas personas previsoras, que cuentan con un buen seguro para la visión pues generalmente se incluyen revisiones, diagnósticos y graduación de anteojos anualmente, entre otros beneficios.
Cambiar los lentes
Por lo regular el cambiar los lentes es algo que hacemos cuando los que usamos están en mal estado como por ejemplo rayados, estrellados, con alguna pieza floja de tal suerte que ya no ajustan bien, o simplemente porque queremos dar un cambio a nuestra imagen y/o deseamos algo más a la moda. Todas estas razones son perfectamente válidas, pero no deberían ser las ni las únicas ni las principales para hacer un cambio de anteojos.
Una visita al oftalmólogo una vez al año, como ya hemos dicho, es de lo más recomendable. Pero si antes del año se presentan síntomas como visión borrosa, irritación y/o enrojecimiento de ojos, parpadeo más frecuente de lo usual, molestias en los ojos, dolor de cabeza recurrente, fatiga general o predominante en cuello, hombros, nuca, frente o el rostro en general, son claras señales, ya sea que se presenten solas o combinadas, de que es necesario visitar al oftalmólogo para una minuciosa revisión.
Los especialistas consideran que el período de la vida en que la visión permanece más estable es entre los 25 y los 40 años. Pero alrededor de los 40 puede surgir lo que se conoce como vista cansada o presbicia. Así pues, al acercarnos a los 40 es sumamente recomendable consultar con el oftalmólogo para detectar cualquier problema antes de que puedan surgir complicaciones.
Elección de los nuevos anteojos
A cualquier edad es natural que tengamos deseos de vernos bien, por lo que llegado el momento de elegir armazones debemos hacer una selección tomando en cuenta nuestras características físicas. Así convertimos nuestros anteojos en aliados de nuestra imagen ya que, si elegimos bien, contribuirán a equilibrar nuestros rasgos, a acentuar las cualidades y a minimizar algunos defectos.
Lo más recomendable es acudir a establecimientos de prestigio, y sobre todo, que estén avalados por nuestra aseguradora, en caso de contar con una póliza de seguro para la visión. Debemos cuidarnos de soluciones y ahorros malentendidos, que a la larga pueden perjudicar irremediablemente nuestra vista o nuestra salud general.
Cambiar los lentes puede implicar un período de adaptación a las nuevas gafas
Para comenzar debemos recordar que una prescripción de lentes responde a la necesidad de determinadas correcciones para poder ver bien, y pueden ser para ver mejor de lejos, de cerca, para corregir astigmatismo, y muchos otros problemas que impiden una buena visión.
Desde el momento en que los problemas de la vista son muy diferentes unos de otros, también lo son los distintos tipos de graduación requeridos, por lo que los anteojos deben ser elaborados específicamente para cada persona y de acuerdo a sus necesidades.
Es importante tener bien presente que vemos con el cerebro, y existe una cierta coordinación entre los ojos, que son los que captan las señales luminosas, y el cerebro, que es el que las procesa. Al colocarnos un nuevo par de lentes se requiere de un cierto período de adaptación para que el cerebro se familiarice con la nueva forma en que los estímulos son percibidos. Aunque no es igual, la situación puede ser comparada con estrenar zapatos. Algunos días de cierta incomodidad son normales, y la cantidad puede ser variable, dependiendo si es la primera vez que se utilizan gafas, si se hicieron modificaciones muy significativas respecto a los anteojos anteriores, o si el armazón cambió radicalmente de forma y/o tamaño respecto a lo que se utilizaba previamente. Pero si han transcurrido más de unas dos semanas sin que las dificultades se superen, entonces es recomendable que el especialista verifique que se hayan elaborado de acuerdo a las especificaciones. Si así fue, entonces deberá rectificar la prescripción.
Recuerda que tu estado general de salud es primordial, y tu vista es demasiado importante, por lo que debes ante todo, consultar al especialista antes de cambiar los lentes o de tomar cualquier decisión, por mínima que te parezca. Hacer uso de tu seguro para la visión puede ser la solución para que tus ojos tengan la atención necesaria y conserves tu vista y la de tu familia en óptimas condiciones por muchos muchos años.
Milton Herrera Cherre dice
Sugiero que si se tiene Seguridad Social-oftalmología ,corroborar la medición de la vista con un medico particular,para evitar errores en el uso de los lentes
Naturalmente sin dar a conocer lo que se esta haciendo.
Saludos
Nora García C. dice
Es de gran relevancia tomar en cuenta que debemos cuidar nuestros organos y nuestro cuerpo para poder ayudar también al paciente,en este caso la vista que nos es indispensable en el diagnostico y tratamiento a tratar de un Paciente.
No debemos jamás descuidarnos, dar un ejemplo asi mismo a los que nos rodean y pacientes de que también nosotros acudimos a nuestras citas con un oftamolgo,medico,odontolgo,etc.
Dr. Roberto Gómez dice
Este tema es de especial relevancia para los Odontólogos, porque como nos enseñan en la Universidad:
«Hay que ver bien lo que se está haciendo, para hacer bien lo que se está viendo».
Amigo Dentista ¿Hace cuánto tiempo no te realizas un examen visual?