Cuidar tus dientes debe ser muy importante en tu vida. Sin duda, son piezas indispensables para el cuerpo. Su ausencia se traduce en problemas de salud y desmejoramiento del bienestar.
Están hechas de esmalte, uno de los minerales más fuerte producido por el cuerpo humano. Su función es brindar la protección necesaria contra el desgaste producido por la masticación.
Sin embargo, esta no es la única característica de los dientes. En realidad, están hechos de varias capas. En total son cuatro y cada una cumple una función específica e importante.
Esmalte dental
Es la primera capa que se observa a simple vista. Recubre la pieza dental para protegerla de factores externos y darle la resistencia requerida para la masticación.
Cemento
Es la primera capa en la raíz de los dientes. Es una estructura dura y calcificada que recubre la dentina en la raíz del diente. Esta capa, junto con el ligamento periodontal, el hueso alveolar y la encía, ayuda a mantener el diente en su lugar.
Dentina
Ubicada debajo del esmalte, es la segunda capa que conforma los dientes. Cuando se produce la pérdida de la primera capa, su exposición produce dolor al entrar en contacto con alimentos o bebidas frías, calientes o ácidas.
Pulpa
Por último, esta es la cuarta capa y la más interna. Es usual que sea denominada como el nervio del diente. Está localizada en la zona central de la pieza y es sumamente sensible.
La pulpa dental está constituida por múltiples vasos sanguíneos y terminaciones nerviosas. Su rol es nutrir la pieza y dar sensibilidad.
Dicho esto, ya conoces la composición de los dientes y las funciones de sus partes. Es momento de hablar del cuidado y mantenimiento. Para ello, es indispensable comenzar con los procesos de higiene dental.
Limpieza dental
Corresponde a los procesos necesarios de higiene bucal. Estos son todos aquellos que mantienen la integridad, pulcritud y funcionalidad de tus piezas dentales.
Para el cuidado de los dientes, el cepillado es un requerimiento típico y reglamentario. Sin embargo, complementarlo con el enjuague bucal e hilo dental es la mejor manera de garantizar una higiene adecuada.
Por sí solo no consigue llegar a ciertos lugares. Por ejemplo, no limpia efectivamente la unión entre dientes.
Este espacio consigue albergar residuos de alimentos que, con los días, se descomponen y generan el ambiente ideal para la formación de placa bacteriana.
Es por ello que el uso de hilo dental reduce las probabilidades de formación de esta placa, responsable de las caries y otras enfermedades bucales.
Chequeos regulares
Es recomendable asistir al dentista, por lo menos, dos veces al año. Este profesional será el encargado de salvaguardar la integridad de tus piezas dentales.
Muchas veces, la formación de caries corresponde más a un factor patológico que a uno higiénico. Es por ello que la supervisión de un odontólogo es fundamental. Además, será quien te recomiende las técnicas adecuadas para mantener tu higiene adecuada.
Productos y alimentos nocivos
Mayormente, los hábitos son los responsables de tu salud bucal. Por ejemplo, el consumo de cigarros y bebidas alcohólicas producen diferentes complicaciones perjudiciales en tu dentadura.
Por su parte, los alimentos ricos en azúcares y ácidos contribuyen a la formación de caries en los dientes. Si consumes sus compuestos regularmente, tienes más posibilidades de que tu esmalte dental se deteriore y destruya.
Una fuente rica en azúcares y ácidos nocivos para el esmalte dental son las bebidas alcohólicas y las gaseosas. Es por ello que la higiene bucal juega un papel fundamental en la conservación de tu salud dental.
Sin embargo, existen otros factores que dañan tus dientes sin siquiera notarlo. Uno de ellos consiste en la costumbre de masticar hielo.
Consecuencias de masticar hielo
Este mal hábito es altamente perjudicial para tus dientes. A pesar de que las piezas dentales cuentan con una capa fuerte de esmalte, este puede quebrarse o fisurarse.
El hielo es un material duro y sólido para tus dientes. Masticarlo con regularidad produciría debilidad, astillamiento o fracturas en su superficie. Con ello, el diente queda expuesto a bacterias e hipersensibilidad.
Por lo general, masticar hielo está asociado a un tema de verano o adicción. Sin embargo, para cualquiera de los casos, la Asociación Dental Americana (ADA) recomienda dejarlos derretir en la boca con el fin de refrescar el cuerpo.
Esta Asociación también sugiere masticar trozos pequeños de zanahoria o manzana para aquellas personas que necesitan la sensación crujiente en la boca.
Además, se estima que la necesidad de masticar hielo está relacionada con una enfermedad.
Enfermedad por masticar hielo
Masticar hielo está categorizado como una adicción denominada pagofagia. Corresponde a la necesidad de masticar hielo o consumir bebidas heladas en las que se hallen restos de hielo.
Además de problemas dentales, las personas que tienen este hábito también sufren de otros padecimientos como gases, cólicos e hinchazón estomacal.
La pagofagia se atribuye como un trastorno compulsivo capaz de generar estrés y ansiedad a niveles elevados.
Según la Asociación Dental Americana, la condición está ligada a problemas de anemia ferropénica. Esta surge cuando el organismo carece de hierro, mineral esencial para la producción de hemoglobina.
Si masticas hielo con regularidad lo mejor será consultar con el dentista para evaluar los daños en el esmalte dental. Hacerlo a tiempo reducirá los daños y problemas a futuro.
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