La mayoría de las personas suele lavarse los dientes una o dos veces al día y sólo unas cuantas personas lo hacen después de cada alimento, casi todos emplean el cepillo y pasta dental y a veces el hilo para retirar los restos atrapados entre los dientes; sin embargo más del 96% de las personas padecemos alguna enfermedad bucal como caries o enfermedades de as encías ¿A qué se debe esto?, ¿Entonces lavarse la boa no sirve para nada?, ¿Qué podemos hacer?
Lo que sucede es que la estructura y forma de los dientes facilita que las bacterias se pequen a ellos y no se remuevan con el cepillado diario, sobre todo las caras masticatorias de los molares y premolares (todos ellos conocidos como “muelas”) que son los dientes que se encuentran detrás de los caninos o colmillos; estos dientes tienen surcos y fisuras en los que se atrapan restos de alimento y bacterias que al reproducirse forman la peligrosa placa dental bacteriana, causante de las caries y las enfermedades de las encías.
La higiene en casa elimina la mayoría de la placa dental bacteriana; pero sólo una limpieza profesional podrá retirarla en su totalidad; por eso es importante acudir al Dentista dos veces al año.
Limpieza Profunda
Algunos creen que el término “limpieza profunda” hace referencia a un cepillado constante o seguido después de cada alimento ingerido; pero en realidad, una limpieza profunda odontológica corresponde a un tratamiento específico hecho por un profesional en el área.
En este caso, un Dentista o un Higienista Dental, utilizará instrumentos y equipos especiales para remover la placa dental y mostrarte en dónde se acumula para que tú puedas combatirla con el cepillado e hilo dental diario.
Primera impresión
Al entrar al consultorio dental lo primero que hará será explorar tu historial de salud completa para evitar posibles alteraciones en tu organismo. Si padeces algún trastorno o enfermedad deberás comentarlo para que tome las previsiones necesarias.
Esto será lo primero que notarás al ingresar al dentista, es un proceso de rutina que busca garantizar el éxito del tratamiento y la tranquilidad que necesitas durante todo el proceso.
Dicho esto, es hora de entrar en materia y en los próximos párrafos iremos desarrollando para ti brevemente qué es un proceso de limpieza profunda, cómo se lleva acabo y cuáles problemas evitan.
Material para determinar una limpieza profunda
¿Mal aliento?, ¿dolores en tus encías? Llegó el momento. En este punto es necesario que acudas al dentista, claro, si quieres evitar más dolores y problemas peores.
Al acudir a tu dentista seguramente usará múltiples herramientas para el mantenimiento de tus dientes. Por ejemplo, un instrumento denominado Sonda, para calcular la zona alrededor de tus piezas y detectar si se ha acumulado algún bolsillo de placa y bacterias, entre dientes y encías.
¿Sabías qué, la Academia Estadounidense de Periodoncia recomienda un chequeo periodontal al año en adultos? No te sorprendas, el motivo es reducir el riesgo de necesitar un tratamiento adicional para tu cuidado e higiene dental.
Si el surco entre la encía y los dientes tienen un tamaño superior a los dos o tres milímetros tu odontólogo deberá prescribirte una cita con el Periodoncista para una limpieza profunda e incluso, un cepillado de raíz.
No atacar este problema derivará una enfermedad periodontal de gravedad, capaz de dañar los tejidos de tus encías hasta el punto de debilitar y tumbar tus dientes.
Llegó el momento, hora de la limpieza
El proceso también suele conocerse como raspado, pulido o cepillado de la corona. Implica eliminar la placa y el sarro que se ha formado en la superficie de tus dientes como en esos molestos bolsillos entre la pieza y la encía.
Con los últimos avances tecnológicos dentales este cepillado se realiza a través de instrumentos de ultrasonido, eléctricos en vez de los manuales, que también podrían utilizarse, sobre todo al final de la limpieza profunda.
Si la placa bacteriana que se formó ha penetrado más de lo debido la limpieza deberá pasar a un segundo plano para limpiar, alisar y pulir las raíces de los dientes afectados. Es posible que estas limpiezas debas hacerlas en dos citas.
Un break antes de seguir
Lo más recomendable y que seguro hará tu dentista, será darte una cita posterior para darle seguimiento a la salud de tus dientes y tu encía; además de evaluar tu técnica de cepillado y reforzar el uso de hilo dental y los accesorios que te haya recomendado.
Por unos días posiblemente notes tus encías inflamadas. Sin embargo, es normal, recuerda que acabas de someterlas a un proceso de limpiado profundo y será cuestión de unos días para que vuelvan a la normalidad y con ello notarás que el bolsillo bacteriano entre los dientes y las encías ha desaparecido.
También evita las caries
Algunas veces la aparición de caries también se debe a enfermedades o problemas inmunológicos. Los alimentos que usualmente consumimos poseen altos niveles de glucosa o compuestos ideales para la formación de bacterias y posteriormente, la acumulación de caries.
Que seas exigente con tu limpieza dental posiblemente te ahorre los problemas que acarrea tener caries, como desgaste prematuro o destrucción total del esmalte, ¿esto duele? Seguro que sí. A medida que avanza la carie esta va adentrándose en la pieza afectando el marfil y posteriormente la dentina y la pulpa dentaria. Para este momento el dolor será tu día a día.
Dependiendo del caso tu dentista tratante deberá hacer uso de instrumentos de raspado para eliminar esta infección. Se te aplicará algún empaste compuesto para rellenar el orificio dejado por la carie. En todos los casos es un proceso doloroso para ti y tu bolsillo.
Agudiza la higiene bucal
Una vez superada la limpieza profunda debes seguir al pie de la letra tu rutina de cepillado y enjuague bucal recomendado. Posiblemente te receten alguna pasta dental rica en flúor, un enjuague bucal antibacteriano y el uso obligatorio de hilo dental. Recuerda, este último es capaz de llegar a esos recónditos lugares entre tus dientes a los que el cepillo no tiene acceso.
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