El ojo es un órgano importante del cuerpo humano porque es el que se encargar de la visión. La mayoría del tiempo está en funcionamiento por lo que es común que se presenten enfermedades o trastornos leves. Aquí te vamos a enseñar cómo actuar ante una infección ocular.
Este tipo de problemas se producen cuando agentes extraños como los hongos, bacterias o virus invaden el globo ocular o alguna zona circundante.
Síntomas de infecciones oculares
Son muchas las señales que te pueden indicar si eres víctima de una infección ocular. Por ejemplo:
- Dolor en los ojos.
- Ojos rojos.
- Lagrimeo constante.
- Resequedad en la zona ocular.
- Secreción de los ojos.
- Piquiña o comezón.
- Problema para enfocar objetos.
- Sensibilidad a la luz.
- Hinchazón interna o externa del ojo.
Visita al oftalmólogo
Visita al especialista en cuanto detectes alguna de estas señales, él realizará los exámenes correspondientes para determinar si sufres de alguna infección. Procederá a tomar una muestra del área afectada y evaluará el tipo exacto de infección que padeces.
De esta manera, te recetará el tratamiento más efectivo. Recuerda que el autodiagnóstico es nocivo porque solo retrasará el efecto del tratamiento y dañará tu visión.
Cuatro infecciones oculares
Una infección ocular puede ser viral, bacteriana o fúngica. Las más comunes son:
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Conjuntivitis
También se le conoce como “ojo rosado”. Se trata de infección contagiosa que se reproduce en entornos donde hacen vida muchas personas. Es común en escuelas, guarderías, oficinas, entre otros. Normalmente, su origen es de tipo viral o bacteriano.
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Orzuelo
Esta infección ocular se localiza en el párpado. Son varias las glándulas que se pueden ver infectadas. Entre ellas las glándulas pilosebáceas de Zeiss y las glándulas sudoríparas de Moll localizadas en las zonas adyacentes a las pestañas.
También, las glándulas sebáceas de Meibomio que se encuentran en el interior del tarso. En estos casos, la sintomatología se caracteriza por molestias oculares, edemas y abscesos con pus.
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Queratitis
Es un tipo de inflamación que se genera en la córnea que tiene origen infeccioso por hongos, virus o bacterias. También, se produce por causas no infecciosas, como la exposición sin control a la luz ultravioleta y la falta de oxígeno en la córnea por uso frecuente y en exceso de lentes de contacto.
Se caracteriza por presentarse en forma de edema, rojez al borde de la córnea e infiltración leucocitaria. Suele ser muy dolorosa.
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Endoftalmitis
Esta es una infección ocular que se produce cuando el ojo ha sido objeto de penetración o lesión grave. Si la infección penetra al interior del órgano se puede generar una endoftalmitis bacteriana cuyas posibilidades de que derive en una ceguera temporal o duradera son altas.
Tratamientos de una infección ocular
Las infecciones oculares bacterianas tienen cura pues se recomiendan antibióticos, compresas y ungüentos para atacarlas. Por su parte, las de origen víricas leves se curan sola, no debes hacer.
Sin embargo, en las que son graves se prescribe gotas antivirales para los ojos. Ten cuidado porque para controlar algunas de estas infecciones suelen ser necesarias gotas oculares con esteroides para reducir la inflamación.
Dependiendo de las causas y de los efectos que esté padeciendo necesitará que el especialista le recete antibióticos fuertes o medicamente que se administren vía oral.
¿Cómo prevenirlas?
- Evita el contacto con personas que tengan ojos rojos.
- Lava sus manos frecuentemente antes de tocare sus ojos o manipular los lentes de contacto o anteojos.
- En áreas públicas usa aerosoles y limpiadores antiinfecciosos
- Si tú o algún familiar tiene una infección ocular procure tener la ropa de cama limpia y no comparta sus artículos personales con nadie más.
- Enseña a los niños a cuidar su salud ocular.
Contar con un Seguro Oftalmológico
En este objetivo de cuidar la salud ocular es necesario contar con los beneficios de un Seguro Oftalmológico. Son necesarias las visitas al especialista y es importante contar con un profesional capaz de resolver cualquier complicación cuando tú lo requieras.
Una póliza que cuide el estado de tu visión es una certeza de que podrás solventar los problemas, enfermedades e infecciones que se presenten. Ya ves que tus ojos son blancos de accidentes y con un seguro podrás actuar a tiempo.
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Precios módicos
En cualquier duda o certeza que implique la salud de tus ojos es indispensable estar respaldado económicamente. Esto lo conseguirás si contratas los servicios de un Seguro Oftalmológico.
Ya ves que si te enfrentas a una infección ocular tendrás que ir con el especialista, realizar exámenes, comprar medicamentos o adquirir lentes. Todo este trance que se hace tan pesado, no se traducirá en más malestares porque la aseguradora correrá con los gastos.
Mientras tanto, solo te deberás ocupar de tu salud y, lógicamente, de pagar las cuotas establecidas en el contrato de la póliza, que las puedes costear desde la comodidad de tu hogar y sin afectar la economía del hogar.
No dudes en acompañar tu proceso con un seguro oftalmológico. Piensa que una infección ocular puede aparecer en cualquier momento y qué mejor que estar prevenido para actuar con tiempo.
Fuente:
www.allaboutvision.com
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