No sólo las bacterias orales, hongos o virus producen reacciones en tu cuerpo y dañan tu salud oral; hay otras situaciones que se reflejan en cualquier parte del cuerpo afectando negativamente tu salud bucal, como erosión de los dientes, mal aliento, perdida de piezas dentales e incluso cambios en la coloración de tu lengua, ¿Sigues pensando que podrían ser?, nos referimos a cuatro condiciones médicas que hacen de las suyas en nuestra boca y las conocerás a continuación:
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Diabetes
Todos sabemos que esta patología se relaciona con altas concentraciones de azúcar en sangre, pero olvidamos que ese elemento es el principal alimento de las bacterias orales haciendo que crezcan, se multipliquen y alimenten liberando ácidos dañinos que erosionan el esmalte dental aumentando a su vez la incidencia de caries dentales, enfermedades en las encías e incluso la pérdida de piezas dentales, sobre todo cuando la persona no ha sido diagnosticada con diabetes, no mantiene un control médico y por ende obvian los medicamentos necesarios.
Si has sido diagnosticado no olvides comentarle a tu dentista esta condición y estar muy atento del cepillado y usar hilo dental.
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Úlceras estomacales
Estas son llagas que se ubican en el revestimiento del estómago o el intestino delgado y se originan por la presencia de la bacteria H. pylori, en pocas palabras se debilita la capa protectora del estómago desencadenando otras complicaciones, aunque las úlceras estomacales no afectan directamente tu salud bucal.
La medicina usada para tratarlas genera mal aliento, sensibilidad dental y hace que la lengua tenga una coloración negra, ésta última reacción no es de preocupación sólo es un efecto secundario y desaparecerá cuando hayas culminado el tratamiento.
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Hipertensión arterial
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define esta condición como el aumento sostenido de la presión arterial por arriba de 140/90 mm Hg, lo peor del caso es que 1 de cada 3 mexicanos han sido diagnosticados con hipertensión arterial pero muchos ni siquiera saben que tienen esta condición.
Ciertamente las manifestaciones bucales no son propias de la hipertensión sino efectos secundarios de los medicamentos para controlarla, en su mayoría estos disminuyen la producción de saliva dando paso a una condición denominada xerostomía que a su vez aumenta la aparición de caries dentales.
Otro efecto secundario es la hipertrofia gingival, que una condición donde las encías se hinchan y crecen sobre los dientes debido al bloqueo de los canales de calcio, además aparecen otras enfermedades periodontales, ulceración de la mucosa oral, lengua negra pilosa, trastornos en la percepción de los sabores y reacciones liquenoides donde se observan lesiones blancas que adoptan patrones de red en la mucosa, por esta razón es tan importante mantener un control médico y dental sin falta.
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Reflujo ácido o gastroesofágico
Esta condición se produce cuando el esfínter esofágico que divide el estómago con el esófago permite que el ácido se filtre fuera del estómago provocando acidez, esa sensación ardiente que irradia dentro del pecho y algunos describen como ardor de estómago, cuando este signo es persistente (apareciendo más de 2 veces por semana) ya podría ser diagnosticado como reflujo gastroesofágico.
Existen otros signos asociados que el dentista podría detectar durante el examen oral sobre todo la erosión del esmalte dental en los molares o parte posterior de los dientes, esto revela la presencia del reflujo ácido en repetidas ocasiones, en caso que el dentista observe este problema seguramente te recomendará ver a un especialista para que prescriba un tratamiento incluyendo cambios en el estilo de vida.
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Reflujo ácido en niños
Muchos piensan que los niños no sufren de estos problemas pero la realidad es otra, un estudio de la Universidad de California en San Francisco comprobó que los niños con reflujo tienen 6 veces más probabilidades de sufrir daños en el esmalte que los niños sanos, la buena noticia es que existen medicamentos para esta condición pero conforme los niños crecen podrían dejar de funcionar por eso debemos estar vigilantes, además los niños suelen pensar que el reflujo es normal y olvidan mencionarlo a sus padres pero afortunadamente existen opciones para minimizar las consecuencias.
¿Qué hacer?
Si experimentas episodios de reflujo, los siguientes consejos te ayudarán a proteger tus dientes:
- Después de cada episodio de reflujo lo mejor es enjuagar la boca con bastante agua y hacer buches para reducir el ácido y sus efectos adversos.
- Cuando sientas esa sensación amarga en la boca ¡No cepilles los dientes! Muchas personas creen que esto protege las piezas dentales, pero tiene el efecto contrario y las cerdas erosionan aún más el esmalte junto al ácido.
- Intenta comer 2 o 3 horas antes de acostarte para evitar el reflujo nocturno.
- Evita el consumo de alcohol, cafeína y cualquier alimento ácido que contribuya a la aparición del reflujo.
- En el caso de los niños, compra pasta dental con flúor y apóyalos durante el cepillado.
Por último pero no menos importante debemos recordar que más del 90% de las enfermedades sistémicas tienen manifestaciones orales notorias, y durante el examen oral podrían ser fácilmente detectadas por un profesional, por esta razón es sumamente importante asistir a nuestros controles dentales sin falta no sólo para tener dientes blancos y alineados sino también saludables, donde sea posible detectar signos tempranos de problemas potencialmente graves.
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