El organismo humano, como todo en la naturaleza, requiere de un delicado equilibrio entre todos sus componentes. Por insignificante que puedan parecernos algunas partes del cuerpo o las sustancias que generamos, en realidad cumplen una función importante.
Eso es lo que ocurre con la saliva. Esta sustancia existe en nuestro cuerpo para cumplir varias funciones, pero su ausencia o su exceso pueden generarnos ciertos desequilibrios.
Hoy, vamos a hablar de lo que comúnmente llamamos salivación o babeo y que no es más que la consecuencia de un desequilibrio que comprende una salivación excesiva.
Función de la saliva
La saliva es responsable de varias funciones de suma importancia. La primera de ellas es la de regular la flora bacteriana de nuestra cavidad bucal, así como reducir la placa bacteriana de los dientes.
En segundo lugar, la saliva ayuda con el proceso digestivo, puesto que facilita la deglución, es decir, la ingestión de los alimentos. Añadido a ello, permite reconocer los sabores.
Finalmente, la saliva humecta nuestra boca, lo que además permite que hablemos con normalidad. De lo contrario, el simple acto de hablar nos resultaría tremendamente difícil.
¿Qué es el babeo?
Lo que conocemos como babeo es la consecuencia de una hipersalivación (producción excesiva de saliva), que se acompaña de una incapacidad para mantener cerrada la boca, así como dificultades para tragar.
El nombre médico de esta condición es sialorrea, aunque también se le conoce como ptialismo. Además de tratarse de una afección incómoda desde el punto de vista social, ya que se considera vergonzosa, puede ser un síntoma de diversas afecciones de salud.
Causas del babeo
Existen varias enfermedades y condiciones que presentan el babeo como uno de sus síntomas. A continuación, comentaremos las más comunes:
- La dentición en bebés.
- Primeros meses de embarazo.
- Reflujo gastroesofágico.
- Úlceras en la boca.
- Enfermedades hepáticas (Cirrosis, hepatitis A, B y C).
- Enfermedades infecciosas, como amigdalitis, paperas, entre otras.
Además, también existen factores que producen hipersalivación:
- Consumo excesivo de almidón: ingerir alimentos ricos en almidón excesivamente puede generar la producción excesiva de saliva.
- Prótesis dentales: las dentaduras postizas conllevan la aparición de babeo.
- Antipsicóticos: uno de los efectos secundarios de los medicamentos antipsicóticos es el babeo.
- Productos tóxicos: la ingesta de sustancias toxicas con mercurio, arsénico, cobre, etcétera, generan una intoxicación que causan una reacción de babeo.
- La radioterapia: el cáncer propiamente no genera babeo, pero los tratamientos con radioterapia causan hipersalivación.
- Problemas mandibulares (fracturas, dislocaciones). Como el babeo se relaciona también con la incapacidad para cerrar la boca, la existencia de una lesión que impida hacerlo, genera babeo.
Problema social
Sea como fuera, babear no es algo agradable. El babeo en adultos genera problemas de carácter social, ya que, en general, la reacción colectiva ante el babeo es la desaprobación y la burla, lo que puede ocasionar problemas de autoestima en quien lo padece, por sentir vergüenza.
Un paciente con problemas de babeo tiende a sentirse avergonzado por su condición, lo que deriva en que puede terminar frustrado y aislado para evitar las burlas y reproches.
Complicaciones
Además de los efectos psicológicos que puede traer consigo el babeo, existen otras circunstancias a tomar en cuenta. El babeo ocasiona una serie de complicaciones físicas, como irritación de la piel alrededor de la boca y también puede causar deshidratación y ahogamientos.
Eso sin contar con que, la capacidad de habla puede verse afectada, ya que, como explicamos antes, una de las funciones de la saliva es facilitar el proceso de hablar. Así como la sequedad entorpece el habla, el exceso de saliva también lo hace.
Por último, las personas con problemas de hipersalivación presentan un mayor riesgo de inhalar saliva, comida o líquidos hacia los pulmones, lo que aumenta el riesgo de neumonías y demás afectaciones del sistema respiratorio.
¿Cómo parar el babeo?
El tratamiento para desaparecer el babeo depende, como es de esperarse, de la enfermedad o del factor que lo cause. Por eso, lo que se recomienda es la asistencia médica. Una vez que se conozca el factor que está originando el babeo, podrán tomarse las medidas para frenarlo.
De acuerdo con los especialistas, existen varias técnicas para tratar de controlar el babeo. En general, tienen que ver con programas de alimentación para mejorar la masticación y deglución, mejorar la posición corporal o el uso de aparatos intraorales, aunque en casos de babeo excesivo puede indicarse intervenciones quirúrgicas y medicinas.
Finalmente, sea cual sea el factor que esté generando la hipersalivación, uno de los tratamientos que, en general, se recomiendan para disminuirlo es la utilización de toxina botulínica (mejor conocida como bótox), con la cual se reduce significativamente.
Si tienes babeo visita al médico
Vale la pena finalizar este artículo recordándote que tus mejores aliados ante el babeo son, sin ninguna duda, los médicos, dado que, como ya te informamos, el babeo puede ser solo un síntoma de una afección más grave, por lo que, en realidad, puede servirte como la señal de que algo no anda bien en tu organismo.
De la misma manera, si notas que alguien de tu entorno (familiares, amigos o conocidos) tiene babeos frecuentemente, en lugar de burlarte recomiéndale visitar a un médico y explícale la información que te hemos dado.
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