Ser padres implica un sinfín de dudas sobre muchos aspectos relacionados con el bienestar del niño, sobre todo, para los primerizos. Uno de esos aspectos es el relacionado con el cepillado de los dientes.
En torno a ese tema, existen ideas preconcebidas y mitos que ponen a cualquiera a dudar.
Por ese motivo, te traemos hoy la información detallada de cuándo debes empezar a ocuparte del cepillado de los dientes de tu bebé. Recuerda que la salud bucal en niños es particularmente delicada.
Limpieza bucal desde el nacimiento
El hecho de que los bebés no tengan dientes no significa que no necesiten de cuidados para su salud bucal.
Como es lógico, ya que ellos mismos no saben ni pueden encargarse de su salud bucal, son los padres quienes deben estar al pendiente.
Cuando se habla de salud bucal, quizás pienses solo en los dientes. Sin embargo, la cavidad bucal involucra otras zonas además de la dentadura.
Por tanto, es importante que seas consciente de que tu bebé, aunque no tenga dientes, puede alojar bacterias en su boca. De allí, que haya que tomar medidas.
Paso a paso
Antes del brote de los dientes, no es necesario usar un cepillo, pero puedes utilizar una gasa con agua para limpiar la boca del bebé. Esto lo debes hacer con mucho cuidado para no lastimarlo.
Ten en cuenta que, muy probablemente, el bebé se resistirá. En cambio, si es un proceso que implementas desde que nace, lograrás que se acostumbre. Además, sirve como preparación para cuando sí haya que practicarle el cepillado.
Qué hacer cuando brotan los dientes
Por mucho tiempo, la recomendación de especialistas era no cepillar los dientes con pasta dental hasta los dos años.
Sin embargo, recientemente, la Asociación Dental Americana determinó, mediante estudios realizados, que es necesario el cepillado con pasta dental, desde el momento en que brote el primer diente.
El problema con esto es que los niños pequeños no saben escupir, lo que significa que se tragan la pasta de dientes inevitablemente. Y esta tiene un alto contenido de flúor.
Esa es la razón por la cual no se recomendaba el uso del dentífrico hasta que supieran escupir. El flúor en exceso causa una condición que se llama fluorosis, que consiste en que los dientes se tornan marrones. A esto se le suma el riesgo de intoxicación.
Cepilla los dientes del bebé con cuidado
Sin embargo, tomando en cuenta los riesgos mencionados, la recomendación de la Asociación Dental Americana es que, en efecto, cepilles los dientes del bebé desde que salgan, pero usando una cantidad mínima de dentífrico.
Para que te hagas una idea adecuada, la cantidad de pasta dental debe ser menor al tamaño de un grano de arroz.
Con esta medida, se logra ofrecer al diente el flúor que necesita para su fortalecimiento y protección contra las caries. Además de que no representará un riesgo para la salud del bebé.
Rechazo a la pasta dental
Para muchos padres, el proceso de enseñar a sus hijos a cepillarse los dientes puede resultar difícil y frustrante. En general, los niños rechazan el fuerte sabor de menta que tienen las pastas.
El rechazo por ese sabor no es un capricho ni un acto de malcriadez. En realidad, aunque pueda parecerte extraño, es completamente normal en los niños.
Los adultos no lo sentimos no por habernos acostumbrado con el uso frecuente, sino porque las papilas gustativas de los niños funcionan de una manera ligeramente diferente.
Las papilas gustativas encargadas de sentir los sabores ácido, amargo y salado están exacerbadas en los niños. Podríamos decir que están “despiertas”. Como consecuencia, esos sabores para los pequeños son mucho más fuertes.
Por ello, tu pequeño rechaza no solo la pasta dental, sino también los alimentos en los que prevalecen esos sabores. Como las verduras, las frutas ácidas y demás.
Pasta de dientes infantil
Desde hace varios años surgió el dentífrico infantil. Verdaderamente ha ayudado a los niños en el proceso de aprender a cepillarse los dientes. Por eso, se convirtió en un elemento básico en los hogares en los que hay pequeños.
Sin embargo, se ha cuestionado con frecuencia la efectividad de estas pastas, ya que cuentan con cantidades inferiores de flúor que las pastas normales.
Al respecto, los especialistas aseguran que sí vale la pena utilizar el dentífrico infantil. No obstante, debe tenerse en cuenta su concentración de flúor, pues, aunque creas que todos son iguales, en realidad no es así.
Lee la etiqueta del dentífrico y verifica la cantidad de flúor. Si tiene 500 partes por millón, es recomendada únicamente para los niños menores de dos años.
Por el contrario, si tu niño supera esa edad, será oportuno usar un dentífrico con una concentración de flúor de 1000 partes por millón.
Antecedentes de caries
Toda esta información que te hemos dado vale para todos los niños, pero ten presente que existen factores que predisponen a cada pequeño a sufrir problemas dentales y bucales.
Si existen antecedentes de caries en la familia cercana (padre, madre, abuelos, hermanos), el niño tiene un factor de riesgo mayor.
En ese caso, debes tener mayores cuidados con su higiene dental y asegurarte de que su dentífrico tenga suficiente flúor para proteger su esmalte dental. Así evitarás la aparición de caries.
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