La adolescencia es altamente significativa en el desarrollo de los seres humanos, es la última etapa del crecimiento y por ello debemos ser cuidados con todo lo relativo a nuestra salud, lo cual incluye velar por el bienestar de nuestros dientes.
En esta etapa, los jóvenes suelen estar ocupados o envueltos en diferentes actividades como el colegio, universidad, deportes y pasar tiempo con los amigos, por lo que es muy común que dejen a un lado ciertas costumbres importantes como, por ejemplo, el cuidado dental.
Es muy importante que los padres sean garantes de que estos hábitos no se pierdan y tratar de afianzarlos, ya sea recordándolo o velando porque sus hijos acudan al dentista como control regular y no esperar a que lo necesiten con urgencia.
La higiene bucal cumple un papel indispensable en la vida diaria, a fin de asegurar un futuro saludable, con buena dentadura y sin dolencias en el área. Para ello, existe una serie de recomendaciones que deben ser seguidas con regularidad y con la consciencia que ello amerita.
La salud bucal en niños viene a ser el primer indicio de que en el período de la pubertad se podrá lograr continuar con un patrón que haga permanecer esa condición en las etapas siguientes. De esta manera, cumplir con los siguientes hábitos desde temprana edad, será lo idóneo para no tener que sufrir afecciones futuras:
-
El cepillado de los dientes
3 veces al día como mínimo, es el primer paso a seguir, debido a que ayuda a mantener los dientes libres de residuos que pueden acumularse luego de ingerir los alimentos. Es muy importante pedir al dentista que los enseñe a utilizar una técnica correcta de cepillado para asegurar que toda la dentadura está siendo correctamente limpiada. Debemos recordar incluir el cepillado de la lengua, ya que en ella también se acumula una importante cantidad de bacterias.
-
El uso del hilo dental
Una vez al día es fundamental para mantener nuestra boca saludable. Este ayuda a eliminar la placa dental y demás restos de alimentos que quedan atrapados entre los dientes y que el cepillo no es capaz de eliminarlos.
-
Utilizar enjuague bucal
Es el último paso de los primeros tres, pero no menos importante en el aseo diario de la boca. Este contiene sustancias que ayudan a eliminar las bacterias que el cepillado y el hilo dental no son capaces de tratar; además, juega un papel importante en el cuidado de las encías, evitando enfermedades como la gingivitis.
-
Renovar el cepillo dental
cuando se observa que sus cerdas comiencen a abrirse o deteriorarse. Los odontólogos recomiendan que se haga cada 3 meses aproximadamente y no olvidar que el mismo no debe compartirse con otras personas, para evitar la transferencia de gérmenes.
En el mercado existe una gran variedad de cepillos, según el tamaño o tipo de dentadura. Se debe escoger el adecuado, tomando en cuenta, principalmente, que este no debe lastimar las encías y cumplir su rol de limpieza bucal correctamente. Se estima que el procedimiento debe tener una duración de tres minutos y se debe tratar de cubrir toda la zona de dientes y muelas.
También se debe tomar en cuenta que aquellos jóvenes que estén sometidos a un tratamiento de ortodoncia, como el uso de frenos o aparatos correctores conocidos como Brackets, deber ser muy cuidadosos a la hora del cepillado, pues, es posible que en estos se acumulen los restos de comida, lo cual incrementa la aparición de bacterias.
-
Visitar al dentista periódicamente
Desde la niñez, es una responsabilidad que los padres deben adquirir con sus hijos, ya que eso garantizará que sus primeros dientes reciban la atención adecuada y que, al momento de sustituirlos por los permanentes, los mismos crezcan en una cavidad bucal óptima. Además, asistir al dentista, les permitirá detectar cualquier anomalía que no se pueda percibir con facilidad.
El lavado que se realiza en casa no suele ser suficiente. Con el pasar del tiempo, tienden a acumularse sales provenientes del calcio que, en combinación con la placa dental, forman el sarro (o cálculo) y debe ser eliminado con una limpieza profunda en la que, por lo general, se utilizan materiales dentales específicos para tratar el área hasta los lugares más difíciles de alcanzar por los métodos anteriores (cepillo, etc.).
-
Tener una alimentación balanceada
Además de ayudar al organismo a crecer sano y fuerte, permitirá que los dientes lo estén, también. Una correcta ingesta de alimentos ricos en calcio es esencial para lograr esa condición, así como evitar los azucares en exceso, los cuales son responsables en gran medida de producir las caries.
-
Evitar morder objetos
Utilizar los dientes como herramienta de corte o realizar presión constante entre ellos, debido a que estas acciones pueden causar daños, como el desgaste del esmalte dental, la aparición de fisuras o, en el peor de los casos, fracturas en la formación calcificada.
-
Dejar el tabaquismo
Es uno de los problemas más contundentes en relación a la higiene y salud de la boca. Este debe ser eliminado de los hábitos, debido a que genera un deterioro casi irreversible, que puede terminar en la aparición de manchas, halitosis (mal aliento), periodontitis o, inclusive, el aumento de riesgo a sufrir de cáncer en la cavidad oral.
Deja un comentario