A nivel mundial muchas personas no practican una buena higiene dental, muchas veces por flojera o porque sencillamente no saben cómo hacerlo, pero tener una salud Bucal optima requiere más que visitas regulares al dentista, ya que el trabajo comienza siempre desde casa, cepillarse de forma correcta los dientes es uno de los pilares para mantener las encías y dientes saludables.
Existen infinidad de investigaciones que hablan sobre las prácticas erróneas al momento de cepillarse los dientes, pero en esta ocasión te mostraremos una lista sencilla con los errores más comunes, lo más seguro es que te identifiques con uno de ellos aunque no tengas caries dentales, mal aliento, gingivitis u otros problemas relacionados, de todos modos ¡Échales un vistazo!
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Usar el mismo cepillo por demasiado tiempo
Con el uso constante (dos veces al día durante siete días a la semana mínimo) la vida media de un cepillo de dientes es de tres meses aproximadamente, después de tantos usos las cerdas se desgastan y no tienen el mismo efecto, por otro lado en los cepillos dentales se acumulan bacterias y partículas de alimentos que al entrar en contacto con la boca alteran su pH dando paso a diferentes enfermedades dentales. por eso cambia tu cepillo dental cada tres meses o cuando notes que pierde su forma.
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Cepillarse los dientes muy rápido
Es necesario limpiar la boca por dos minutos en cada sesión si deseas retirar todos los restos de comida, placa dental y las bacterias.
Increíblemente el tiempo de cepillado promedio de una persona es de solo 45 segundos ¿Te suena familiar? Si es tu caso debes cambiar la rutina para darle tiempo al fluoruro a unirse bien al esmalte dental, es posible que tengas los dientes frontales con una blanco reluciente pero ¿Qué sucede con los dientes de la parte posterior? Lo mejor es usar un cronometro, un cepillo eléctrico con temporizador o simplemente cantar una canción en la mente que dure 2 minutos, ¡Pon a volar tú creatividad!
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Enjuagar la boca con agua después de cepillarse los dientes
La mayoría de personas hace esto y al leer este consejo podrá sonarte un poco raro, pero al enjugar con agua estas reduciendo la eficiencia del fluoruro contenido en la pasta dental, una opción es utilizar un enjuague bucal que contenga fluoruro en vez de agua, hacer gárgaras y escupirlo, es importante esperar al menos media hora después de cepillarte para beber agua o consumir alimentos o bebidas.
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Almacenar los cepillos de dientes cerca del inodoro
Todos somos probablemente culpables y cometemos este error, recientemente se han publicado estudios que expresan que más de la mitad de los cepillos de dientes en los hogares tiene bacterias procedentes de heces humanas en ellos ¿Suena espantoso no? Esto sucede porque lo guardas cerca del retrete y al limpiarlos su contenido se rocía en todas las direcciones, este riesgo aumenta si compartes el baño con otras personas, lo mejor es almacenar el cepillo de dientes en un vaso que se encuentre alto, dentro de un botiquín o si es posible en la mesita de noche de tú cuarto, existen otras opciones como recurrir a un cepillo de dientes eléctrico con sistema de limpieza automático. ¡Ah y no olvides cerrar la tapa del inodoro antes de vaciarlo!
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Usar un cepillo con cerdas duras
Si las cerdas son demasiado rígidas lo más probable es que lastimes las encías, existe la falsa percepción que al ser más fuerte limpiara mejor, al contrario más bien te harás daño e incluso es posible dañar el esmalte protector de los dientes, a la larga los resultados serán dientes y encías sensibles que duelen al comer o beber algo frío.
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Usar la técnica incorrecta de cepillado dental
Cada persona es distinta y requiere una técnica de higiene bucal específica que le recomendará su dentista; pero hay un error casi universal: cepillarse con movimientos hprizontales de atrás hacia adelante, como si estuvieras tocando el violín dentro de tu boca.
El problema con esta técnica es que lastima el borde de la encía y desgasta el esmalte de los dientes que en esa zona (junto a la encia) es muy delgado, lo que se traduce en molestias como sensibilidad al beber líquidos fríos o calientes y hasta fracturas de los dientes; por eso debes evitar esta técnica de cepillado.
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Cepillando con ángulos equivocados
La técnica más eficiente y que no daña los tejidos se llama “de barrido” que consiste en mantener el cepillo en un ángulo de 45 grados y hacer trazos verticales desde la raíz del diente hasta el borde de la corona de esta forma la limpieza es más eficaz y al mantener las cerdas en ese ángulo se garantiza la limpieza de los dientes y las encías, así evitarás la molesta decoloración en esta área y lo más importante las caries dentales y enfermedades de las encías, lo más probable es que alguna vez hayas visto un cepillo de dientes inclinados ¡Aquí tienes el por qué!
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No cambiar la rutina de cepillado
Por lo general el cepillado dental lo hacemos “en piloto automático” y terminamos olvidando las mismas áreas, cambiar la rutina empezando desde un punto diferente y siguiendo un patrón irregular es lo mejor para llegar a todos los rincones sin aburrirnos,
Por otro lado el hecho que te cepilles más veces el día no significa que lo estás haciendo mejor más bien existe mayor probabilidad que erosiones el esmalte dental y maltrates las encías sin necesidad.
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