El cuidado de la boca y mantener una buena higiene bucal son pasos indispensables para evitar molestias dentales. Sin embargo, la importancia de ello no solo se limita a este particular. El cuidado bucal tiene incidencia directa en la salud, más de lo que se creería.
Las encías y piezas dentales se conectan con la totalidad del cuerpo por medio del flujo sanguíneo; y al padecer de una caries, gingivitis u otra condición dental infecciosa, esta se puede propagar por la sangre a todo el organismo, lo que afectaría a otras zonas.
Existen focos infecciosos que solo pueden ser detectados por un profesional en una consulta dental. Por ello, no sentir dolores o molestias no es una señal confiable de poseer una boca saludable.
Se recomienda mantener constantes medidas preventivas. Las revisiones y limpiezas bucales semestrales o anuales, son de las prevenciones más recomendadas. Los especialistas aseguran que detectar un problema o daño a tiempo es importante para evitar males crónicos o intervenciones quirúrgicas.
¿Cómo saber si tienes una higiene bucal adecuada?
Una higiene bucal adecuada es una condición fácil de percibir, basta con que tu boca luzca y huela bien. Sin embargo, puedes apoyarte en ciertas características que te ayudarán a sacar una conclusión sobre qué tan buena es tu higiene bucal. Por nombrar algunas:
- Tener los dientes limpios y sin restos de alimentos.
- Las encías presentan un color rosado y no duelen o sangran durante el cepillado y el uso de hilo dental.
- El mal aliento no es un problema recurrente o habitual.
No obstante, es de igual importancia conocer algunas señales que surjan como consecuencia de una higiene bucal no adecuada.
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Mal aliento
Esta es una de las condiciones con menor gravedad, pero probablemente una de las más desagradables. Tiene su origen en bacterias y restos de comida que se alojan entre los dientes, en las encías y debajo de prótesis, lo que ocasiona la generación de una serie de sustancias (putrescina y cadaverina) que son las responsables del mal aliento.
Solución:
Mantener una correcta higiene bucal apoyada con recomendaciones o tratamientos indicados por un especialista puede ser suficiente para eliminar esta complicación.
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Artritis
Las encías infectadas producen una enfermedad de carácter inflamatorio denominada periodontitis. En las condiciones más extremas esta condición puede generar toxinas que se desplazan a través de la saliva hasta el estómago, de ahí al torrente sanguíneo y finalmente hasta las articulaciones, lo que provoca dolores de diversa intensidad.
Esta clase de dolores articulares son conocidos como “artritis reumatoide”.
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Lesiones musculares
A raíz de las toxinas emanadas por la ya mencionada periodontitis, varios estudios afirman que estas pueden incidir en la alteración de los niveles de minerales en la contracción de los músculos lo que evita que los niveles de potasio sean los idóneos.
En consecuencia, al someterse a intensos esfuerzos existe la posibilidad de una descompensación del músculo y que este termine lesionado.
Varios expertos aseguran que, en la actualidad, los deportistas profesionales prestan la misma atención al cuidado bucal que a otras áreas como las articulaciones, el corazón, por nombrar algunas.
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Problemas de espalda
Ligado a problemas musculares antes mencionados, la espalda ve afectada su resistencia en acciones cotidianas como los saltos, levantar objetos pesados, entre otros.
Las lesiones musculares podrían convertirse en un mal menor si de ellas se pasan a problemas en los discos intervertebrales: protrusiones, pinzamientos y finalmente hernias discales, generalmente dolorosas y molestas.
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Partos prematuros
Estudios sostienen que las encías infectadas pueden repercutir en la alteración de niveles hormonales y secreción de las prostaglandinas (hormonas encargadas de las contracciones durante el parto). Es decir, las mujeres que estén en estado y sufran de periodontitis grave son propensas a tener un parto prematuro.
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Complicaciones en diabéticos
Los diabéticos deben ser los más minuciosos y aplicados con su higiene o limpieza dental y con la prevención de complicaciones bucales. La razón de ello radica en que existe la creencia de que la periodontitis aumenta significativamente los niveles de azúcar en la sangre. Esto a su vez dispone de un ambiente favorable para que los focos infecciosos que distorsionan el azúcar en la sangre crezcan.
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Cardiopatías
Esta puede ser la complicación más grave que trae consigo una mala higiene bucal. Las toxinas generadas por la periodontitis tienen la posibilidad de llegar al corazón, lo que aumenta el riesgo de sufrir cardiopatías como, por ejemplo, un infarto.
Estudios que profundizan el tema aseguran que la mala higiene bucal pudo ser la causa de muchas muertes pasadas producto de problemas del corazón. Por su parte, otras investigaciones afirman que podría reducirse en un 24% el riego de sufrir un infarto cepillándose dos veces al día.
Ya conocidas las consecuencias de una mala higiene bucal, es importante conocer algunos hábitos que contribuyen a mantener una boca saludable:
- Cepillarse con cuidado todas las superficies de los dientes, usando hilo dental y enjuague al menos dos veces por día.
- Utilizar productos dentales con flúor.
- Mantén un equilibro en tu dieta y reduce la ingesta entre comidas.
- Visita a un dentista al menos cada seis meses o antes su tienes cualquier sospecha que algo no anda bien.
Como se pudo observar, una inadecuada higiene bucal puede derivar en serios problemas para el cuerpo humano. Por ello, su cuidado debe estar entre las principales prioridades de las personas.
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