A pesar de interactuar con nuestros dientes muchas veces al día, realmente no le damos la debida importancia más allá del ritual mecánico de cepillarlos, esperamos que después que termines de leer este artículo tú visión cambie por completo.

El primer dato curioso que pocas personas saben es que hasta no hace muchos años las prótesis dentales se fabricaban con piezas humanas y de animales ¿Imaginas eso?, así que presta mucha atención y comencemos a explorar los secretos del mundo dental.

Dientes con Joyería

Los Mayas fueron una civilización mundialmente conocida por sus «predicciones del fin del mundo» sin embargo, eran excelentes matemáticos, arquitectos, astrónomos y hace unos 2,500 años tenían conocimientos muy avanzados de los dientes; así, mientras en la actualidad muchas personas buscan procedimientos como el blanqueamiento dental, para los mayas esto no era suficiente y llevaban la belleza a otro nivel limando el borde de los dientes para dejarlos puntiagudos con apariencia similar a los felinos o que se semejará a sus dioses, pero su modificación más extraordinaria fue utilizar taladros primitivos para hacer cavidades en las que alojaran incrustaciones de piedras preciosas al frente sus dientes, los científicos consideran que era sumamente hábiles en estos trabajos porque eran capaces de hacerlo sin fracturarlos o afectar la pulpa dental.

El Ratón Pérez

En muchas partes del mundo cuando un niño pierde un diente, existe la leyenda que un hada viene a recogerlo y deja en su lugar algunas monedas, sin embargo en los países hispanos la tradición es diferente.
Todo comenzó en 1894 en España, cuando el pequeño hijo del rey perdió su primer diente y deseaban marcar este acontecimiento con un recuerdo especial, el rey ordenó a un sacerdote llamado Luis Coloma escribir una historia sobre este hecho dando paso al «Ratoncito Pérez», que tuvo un éxito increíble y por eso actualmente sigue la tradición en muchos países de esconder el diente bajo la almohada, colocar un vaso de agua cerca y esperar con ansias al día siguiente, cuando en vez del diente los niños encontrarán una moneda o un regalo.

Dentistas Tradicionales

Como siempre han existido problemas dentales siempre ha habido alguien en cada sociedad que se dedicara a tratar de resolverlos, en algunas ocasiones eran los médicos que recomendaban analgésicos u otros remedios; pero en la mayoría eran los herreros o peluqueros quienes hacían las extracciones porque tenían pinzas, cinceles y otras herramientas que les servían; hasta la década de 1 800 no había una profesión dental específica por lo tanto no existían títulos, procedimientos, estándares o licencias pero muchas personas tenían dolores de muelas, caries dentales y necesidades odontológicas constantes, por esta razón el trabajo ellos hacían la mayoría de trabajos dentales.

¿Hacer crecer dientes sintéticos?

Algunos investigadores chinos han estado trabajando en un proyecto para desarrollar dientes sintéticos con el uso de células madres, como conseguir un aislamiento de este tipo de células es complicado se les ocurrió un procedimiento alternativo extrayendo las células madres de la orina humana.
Como este tipo de experimentos no son legales en seres humanos realizaron todas las pruebas en dientes de ratones; los resultados mostraron el crecimiento de pulpa dental y comienzos de esmalte en los roedores; sin embargo, la mayoría de los dentistas científicos se muestran escépticos porque aunque pareciera un método viable, tiene muchos problemas y complicaciones, por lo que su aplicación en humanos es aún dudosa, habría que esperar los avances.

¿Besar ranas y conjurar palabras para el dolor de muelas?

Un dolor de muelas es una experiencia abominable de soportar y nuestros antepasados buscaron la forma de combatirlo mayormente con métodos placebo, en algunas sociedades consideraban oso que el origen del dolor se debía a encantamientos, gusanos diminutos entre los dientes y hasta castigos por parte de los dioses. Por eso, los remedios que aplicaban consistían en cataplasmas de semillas y cera, extraer las piezas dentales con instrumentos rústicos, conjurar con palabras mágicas e incluso intercambiar saliva con sapos y ranas porque creían que así podrían resolver sus dolencias. Como podrás imaginar, en la mayoría de los casos los resultados eran contraproducentes y además de no calmar las molestias adquirían infecciones, empeorando el cuadro.

¿Cuál fue la primera pasta y cepillo de dientes?

Aunque no siempre hemos tenido los artilugios dentales de la actualidad nuestra especie siempre ha tratado de mantener sus dientes limpios y con un aspecto agradable, existe evidencia que se remonta a los tiempos del Antiguo Egipto confirmando que utilizaban herramientas primitivas hechas de ramitas para cepillarse los dientes. Muchos países siguen utilizando ramas de los árboles con propiedades antibacterianas como la canela y el neem (planta conocida en la India como «La farmacia del pueblo») que consideran tan eficaces como las pastas dentales comerciales
El primer objeto que se creó asemejándose a un cepillo de dientes fue inventado por los chinos, el mango estaba hecho de bambú y tenía cerdas de jabalí para limpiar los dientes.
En cuanto a la pasta dental ha recorrido un largo viaje para llegar a los brebajes químicos de menta fresca que untamos en la actualidad, los primeros ingredientes que se usaban eran un poco desagradables como cenizas quemadas, cáscaras de huevo, huesos triturados y todo tipo de material bruto que no desearías ahora en tú boca.

Higiene dental Ideal

Mucha gente asume que debe cepillarse los dientes inmediatamente después de comer porque es cuando sienten mayor acumulación de partículas en los dientes, sin embargo también es cuando se tiene la mayor cantidad de ácido en la saliva que combinada con las abrasiones de cepillado termina desgastando el esmalte dental.
Los dentistas sugieren enjuagarse la boca con agua después de comer para restaurar el equilibrio del pH y después de media hora cepillar como de costumbre, además si no usas hilo dental igual seguirás teniendo restos de comida entre los dientes que son potenciales agentes de caries en el futuro.