Algunos niños disfrutan visitar al dentista y realmente esperan ese momento con ansias pero otros no tanto y se han registrado múltiples casos de ansiedad dental que van desde leves a extremos, de hecho para algunos niños todo lo que necesitan para angustiarse, sentir pánico y muchísimo miedo es escuchar la palabra «dentista».
Todos sabemos que la salud oral es sumamente importante, pero forzar a un niño a estar en la silla dental y ser atendido en contra de su voluntad es una tarea desalentadora, si eres padre es importante que tomes en cuenta la ansiedad dental como una condición común en pediatría que no debe avergonzarte, de hecho la mayoría de clínicas dentales tienen experiencia en este tema.
Por otro lado en casos extremos este problema podría convertirse en una fobia afectando la salud dental del niño por el resto de su vida, pero buscando evitar este problema hemos estructurado una lista de trucos que te dejamos a continuación:
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Leer cuentos infantiles sobre visitas al dentista.
Los libros dentales para niños son una excelente forma de ayudar a reducir el miedo y estar prepararlos para una nueva experiencia, a través de ilustraciones coloridas, un lenguaje sencillo y una historia feliz del personaje principal, tu hijo podrá comprender mejor que esperar en la silla del dentista, algunos de los cuentos más famosos son:
- Los osos de Berenstain visitan al dentista.
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La visita de Noé al dentista.
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Ben va al dentista.
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No retrasar la primera visita al odontopediatra.
Expertos a nivel mundial recomiendan que la primera visita al dentista sea tan pronto como sea posible, una excelente oportunidad es cuando el primer diente aparezca, no más tarde del primer cumpleaños, los exámenes orales realizados a edad temprana no sólo son buenos para la salud bucal sino que también ayudarán a familiarizarse con el ambiente sin siquiera darse cuenta, además las visitas rutinarias al dentista son la forma ideal para ayudar a que los niños estén cómodos y construyan una relación de confianza con el odontopediatra.
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Jugar al «dentista» en casa.
La principal ocupación del niño es jugar y a través de él se representan muchas tareas que llevan a cabo en su vida diaria, por esa razón antes de pensar en citas odontológicas juega con tu hijo fingiendo que son dentistas, jugando a examinar los dientes de un oso y limpiándolos con mucho cuidado, después déjalo fingir que es el paciente y tú el dentista contando, limpiado y revisando todos sus dientes, al rato lo mejor es cambiar papeles para que él o ella sienta que es una profesión divertida, sólo necesitan un espejo, silla, cepillo de dientes y agua.
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Comunicar todos los pasos de forma sencilla.
Decirle a tu hijo que tendrá una cita dental de último minuto aumentará sus niveles de estrés y ansiedad en segundos, más aun si ha mostrado signos de miedo y rechazo en otras oportunidades, en este caso lo mejor es darle tiempo suficiente para prepararse mentalmente antes de la consulta.
Una buena idea es decirle a tu hijo cuando será la próxima cita dental y luego recordarle cuando se acerque la fecha, asegúrate de preguntarle si tiene alguna pregunta e intenta contestarle honestamente sin mencionar las palabras dolor, taladro y sangre entre otras que lo espanten; evita usar declaraciones vagas como “todo estará bien” porque si las cosas no resultan así esa frase podría ser una la fuente para desconfiar del dentista en otras ocasiones.
En internet también podrás encontrar diccionarios de odontología adaptados al área pediátrica donde las bacterias son animalitos que dañan los dientes, el taladro es un helicóptero, la silla odontológica es una nave espacial y la jeringa triple es una pistola de agua.
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Ir a un odontopediatra.
Cada profesional se especializa en un área específica y la ventaja de asistir con un odontopediatra es que estará preparado para tratar con niños a nivel fisiológico y mental, los espacios enfocados a la atención infantil tienen detalles que marcan la diferencia como por ejemplo: una área de juegos para relajarse mientras están esperando su turno, tienen dibujos en el techo que distraen la atención en plena consulta, cuentan con óxido nitroso como sedante principal e incluso el trato de los trabajadores es diferente.
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Enséñale a tus hijos la importancia de tener una buena salud e higiene bucal.
Más allá de explicarle a tus hijos que deben cepillarse los dientes 2 veces al día, usar hilo dental a diario y visitar al dentista regularmente es importante hablarles sobre la alimentación, evitar usar los dientes como herramientas, morder hielos o lápices, pero también explicarles las funciones reales del dentista que no son hacerle sentir dolor, molestias o ver sangre por todos lados.
Lo más importante es que siempre debemos dar el ejemplo, porque en muchos casos los niños desarrollan su miedo y ansiedad dental por experiencias pasadas de sus padres u otros familiares, si tu estas ansioso seguramente ellos también lo estarán; pero si te ven cuidando tus dientes todos los días y visitar sin falta al dentista seguramente harán lo mismo.
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