¿Frecuentemente frotas tus ojos al estar frente al computador? Si es así no estás solo, las personas adultas pasan en promedio más de 8 horas al día mirando diferentes pantallas bien sea televisores, tabletas, teléfonos inteligentes o laptops, esta práctica ha traído consigo un aumento considerable de signos como visión borrosa, dolores de cabeza, ojos llorosos, picazón ocular y visión doble entre otros.

Es importante saber que los ojos no están capacitados para tener un trabajo extenso y tan cercano, pero actualmente casi todo nuestro procesamiento visual está sucediendo a una distancia muy cercana ejerciendo una presión adicional sobre los músculos oculares, estos últimos mantienen los ojos alineados y nos permiten movilizarlos en diferentes direcciones.

Afortunadamente existen ejercicios simples que nos pueden ayudar a contrarrestar la fatiga ocular, respaldada por diferentes sistemas de yoga y profesionales del cuidado visual como los optometristas; cuando practicamos estos ejercicios con atención le ofrecemos un descanso a los músculos, reducimos la tensión en la cara, alrededor de los ojos y ayudamos a fortalecer otros músculos que compensan la estabilización ocular.

Al hacer que los ojos sean más flexibles y adaptables es posible evitar que los problemas oculares empeoren e incluso tratarlos; a parte de los beneficiosfísicos los profesores de yoga a veces ofrecen estos ejercicios por otra razón “llamar tu atención interna” esto a su vez ayuda a cultivar un sentido más agudo de la conciencia corporal, presencia interior y bienestar.

Cuando controlamos nuestros ojos también podemos entrar en un estado de relajación, claramente existen beneficios fisiológicos pero también estaremos más tranquilos a nivel mental, la próxima vez que te encuentres frotando los ojos mientras observas una pantalla intenta hacer los siguientes ejercicios individualmente, o como una secuencia y repítelos a lo largo del día de ser necesario:

1. Manos sobre los ojos

Frota tus manos juntas durante 10 a 15 segundos hasta que se sientan calientes, después suavemente coloca ambas sobre los ojos con las yemas de los dedos descansando en la frente, las palmas de las manos sobre los ojos, y los talones de las manos descansando en las mejillas.

No toques los globos oculares directamente, más bien sitúa las manos levemente huecas permitiendo formar una cortina oscura, luego cierra los ojos y respira profundamente sintiendo como tu cara se va relajando.

Los ojos son capaces de absorber la oscuridad como una esponja y le darán la bienvenida al calor de tus manos dejando un espacio para que los músculos se relajen; no existe un tiempo determinado para llevar a cabo este ejercicio solo continua mientras te sientas tranquilo, la mayoría de personas se queda en esta postura hasta por 5 minutos otros solo toleran algunos segundos, cuando te sientas listo retira las manos de la cara y abre lentamente los ojos.

Al terminar el resto de los ejercicios visuales que siguen, lo mejor es colocar de nuevo las manos sobre los ojos para terminar relajados.

2. Movimientos Oculares

Busca una silla y siéntate cómodo buscando sincronizar tu respiración, luego suaviza tu mirada relajando los músculos de los ojos, sin mover la cabeza dirige tu mirada hacia el techo, luego haz movimientos circulares con tus ojos lentamente en el sentido de las manecillas del reloj la idea es trazar un circulo lo más grande posible.

Fíjate en los objetos que se encuentran a tu alrededor, mientras haces esto intenta que cada movimiento sea más fluido, repite 3 veces luego cierra los ojos y relájate; cuando te sientas listo intenta hacer estos mismos ejercicios 3 veces en sentido contrario a las manecillas del reloj.

3. Cambiando el enfoque

Primero que nada respira cómodamente y cuando sientas que tu cuerpo está relajado coloca un brazo delante de ti con un puño flojo y el pulgar hacia arriba, la idea es que concentres tu visión en el pulgar mientras mueves este último hacia tu nariz hasta que sea complicado concentrarse claramente en él, después haz una pausa con dos respiraciones profundas y alarga el brazo a su posición inicial manteniendo el foco en el pulgar.

Repite 10 veces, si te sientes mareado detente y consúltalo con el optometrista en la próxima consulta.

4. Mirada a Distancia

Fija tu mirada en un objeto lejano (si estás dentro de casa es válido mirar a través de la ventana), concéntrate en un punto específico mientras relajas los músculos alrededor de los ojos y la cara, toma una respiración profunda y después lentamente cambia tu mirada a otro objeto distante.

La idea es que te dejes llevar y ambos ojos se muevan alrededor del mundo que te rodea deteniéndose momentáneamente en objetos distantes a ti, como bono extra si espías algo particularmente agradable, sonríe, disfruta y da gracias porque tienes ojos fuertes y saludables.