Los lentes u anteojos son objetos transparentes que tienen la capacidad de refractar la luz en virtud de la curvatura de su superficie exterior.

Aunque a simple vista pueden parecer planas, todos los lentes presentan alguna curvatura convexa o cóncava, que es lo que las hace tener un efecto óptico.

Históricamente, la mayoría de los lentes correctivos han sido redondos u ovales, aunque en la actualidad se pueden observar en todas las formas y tamaños.

Son conocidos también en el campo de la Oftalmología con el nombre de lentes oftálmicos o lentes de graduación y son utilizados por personas que presentan algún tipo de padecimiento en los ojos, como por ejemplo la miopía o el astigmatismo.

Funcionamiento de los lentes

Este tipo de lente funciona desviando los rayos de luz que entran a través de ellos para cambiar así la trayectoria original de la luz, haciendo que la imagen pueda converger en un punto diferente al inicial ayudando a corregir los problemas refractivos o ametropías d de los ojos.

Todos los lentes tienen una geometría diferente que se adapta al tipo de padecimiento y a la graduación que haya sido indicada por el especialista.

Principales tipos de lentes

En el mercado de la Oftalmología y la Optometría existen dos principales tipos de lentes que son utilizados con el objetivo de poder corregir y tratar los diferentes tipos de problemas visuales que un paciente pueda experimentar y que sean ocasionados por defectos refractivos.

Los dos principales tipos de lentes los explicamos a continuación.

1. Lentes convergentes

Este tipo de lente es el que se utiliza principalmente para tratar problemas de hipermetropía y vista cansada.

Funcionan desde el momento en el que el rayo de luz que viene de los objetos pasa a través de un lente convergente uniéndose en un punto determinado.  Poseen dos superficies, una de ellas es curva y en su parte central tienen un grosor mayor para poder concentrar en este lugar los rayos de luz.

Los lentes convergentes son utilizados principalmente para corregir problemas de hipermetropía, presbicia o vista cansada como se le conoce generalmente y en algunos tipos de astigmatismo.  Al mismo tiempo, este tipo de lente puede ser biconvexo, planoconvexo en donde una superficie es plana y la otra tiene forma convexa y cóncavoconvexa en donde una de las superficies es poco cóncava y la otra es convexa.

2. Lentes divergentes

Este tipo de lente es utilizado para poder corregir y dar alivio al paciente que padece de miopía.

Son también conocidos como lentes cóncavos o negativos y se caracterizan por tener un grosor mayor en sus bordes para de esta manera disminuir de forma progresía la imagen hacia el centro.

Existen tres diferentes tipos de lentes divergentes: los cóncavos, los planos cóncavos y los convexos cóncavos.

Este tipo de lente es muy eficaz para corregir los problemas de visión asociados a la miopía porque pueden hacer que la imagen que entra al ojo sea más pequeña mejorando el punto focal del ojo.

Un Seguro de Visión puede ayudarte a resolver problemas visuales

El término seguro para la visión es comúnmente utilizado para referirse a los planes de salud y bienestar que están diseñados con el objetivo de reducir los costos relacionados con el cuidado preventivo de la vista, por ejemplo, los exámenes de la vista y los anteojos con graduación para la vista.

Algunos planes de visión también ofrecen descuentos importantes en muchos de los procedimientos que no se encuentran cubiertos por la póliza, generando de esta manera un importante ahorro económico para el paciente.

El Seguro de Visión normalmente se puede adquirir en forma de paquete que incluye por el pago de una cuota determinada, una serie de beneficios que pueden ayudar al usuario a mejorar su vista, y al mismo tiempo de da la posibilidad de realizar las visitas rutinarias de control, uno de los principales aspectos de prevención de enfermedades oculares.

Los planes de seguros creados para proteger la vista generalmente cubren y ofrecen al paciente una serie de beneficios en los siguientes productos y servicios:

• Exámenes oculares anuales necesarios para poder descubrir la presencia de problemas visuales que puedan afectar la calidad de vida del paciente.
• Monturas de gafas luego de que el Optometrista ha determinado el grado de aumento que necesita el lente.
• Lentes o gafas acorde a la necesidad del usuario, siempre siguiendo altos estándares de seguridad y calidad para brindar al paciente la mejor opción en salud visual.
• Lentes de contacto en caso de que el paciente no quiera utilizar gafas.
• Descuentos en tratamientos avanzados no cubiertos por la póliza lo que implica para el paciente además de un importante ahorro, la posibilidad de realizarse tratamientos más profundos, o de alcanzar sus metas dentales estéticas.

La salud de los ojos es de suma importancia para la vida pues es por medio de ellos que se logra establecer un contacto directo con el medio que nos rodea.

El brindar una atención de calidad puede prevenir la aparición de problemas visuales en el futuro y de ayudar a resolver los problemas que en la actualidad presenta el paciente.

Los Seguros de Visión pueden ser adquiridos de forma rápida y sencilla y tienen la ventaja de que pueden empezar a ser utilizados desde el primer día.

Fuente:
www.clinicabaviera.com