La fobia dental es una realidad para millones de personas en todo el mundo que se sienten aterrorizadas sólo de pensar en su próxima cita, al escuchar el ruido del “taladro” o pieza de mano y más aún cuando el dentista se acerca con una jeringa en la mano; si eres una de las muy extrañas personas que no saben del miedo al Dentista, quédate con nosotros y conocerás 15 razones frecuentes
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Malas experiencias dentales
La mayoría de las personas que sufren de fobia dental tuvieron una experiencia traumática con el Dentista, Odontopediatra u otro especialista; así, sus recuerdos se reviven cuando tienen alguna cita odontológica cualquiera.
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Taladro dental
Incluso si no estás recibiendo un tratamiento dental, lo más probable es que escuches un zumbido agudo con una especie de broca que se utiliza en la mayoría de los tratamientos que efectúa el Dentista, la mayoría de los pacientes odian este sonido a tal punto que se estremecen cada vez que se enciende, aún que no se haya tocado sus dientes.
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Dientes raspados durante la limpieza dental
Al usar instrumentos de mental durante una limpieza dental profesional es normal que se raspen los dientes generando un sonido y sensación que aterra a muchos, en algunos casos es evidente como se incomodan y se les pone la piel de gallina en segundos a estos pacientes.
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Inyección anestésica
En realidad existen diferentes miedos asociados con este punto y los vamos a dividir a continuación en 5 categorías:
- Miedo al dolor por la inyección: Por lo general sólo se siente un pellizco, pero algunas personas sienten que esto va a generar un dolor terrible aumentando sus niveles de cortisol (hormona del estrés).
- Temor a ser herido por la aguja: Muchas personas temen que el dentista no tenga suficiente cuidado al aplicar la inyección y lesione su boca, mejillas o cara.
- Fobia de contraer enfermedades: Al ser un espacio donde transitan muchas personas y bacterias, ciertamente existe un riesgo mayor a enfermarse, pero por esa razón se toman medidas preventivas y de control.
- Miedo a estar entumecido: Algunas personas odian la insensibilidad (o falta de sensibilidad), al momento de perder sensibilidad en una parte de sus labios y encías, incluso al inyectar el techo de la boca es posible que el paciente sienta que le es difícil respirar causando miedo a asfixiarse.
- Temor a los efectos secundarios de la anestesia: Las alergias a materiales dentales, anestésicos o conservantes son una realidad, pero existen personas que sólo piensan en esto al momento que el dentista inyecta el anestésico.
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Observar sus dientes extraídos
Aunque suene extraño algunas personas le temen a ver sus propios dientes fuera de su cuerpo, ensangrentados y con las raíces visibles, mientras que otras lo consideran interesante o como un tesoro que guardan por el resto de su vida.
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Consternación
También existe un miedo inminente a que el dentista se ría de los dientes, es común ver esta sensación en personas que tienen muy baja autoestima y se sienten avergonzados de lo que ven cuando están frente al espejo.
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No desean demostrar su miedo
Otros pacientes tienen tanto miedo al dentista que de sólo pensarlo sienten ganas de llorar, y como no quieren demostrar su miedo evitan a toda costa hacer una cita dental, aunque suene insignificante evitar recibir atención odontológica esto podría dar paso a caries dentales, enfermedades en las encías y otros problemas más graves.
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No tener ningún control
Estar en un sillón dental implica no tener control completo de la situación y este hecho genera un nivel elevado de estrés en algunas personas, una solución a este problema es que el dentista tenga un botón en el sillón o le haya indicado que haga una seña especial con las manos al paciente, esto para detener el procedimiento inmediatamente si están incomodos.
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Asfixias
Las historias difundidas en las redes sociales sobre este tema generan ansiedad y miedo sin sentido, suponen erróneamente que como que los dentistas utilizan muchos instrumentos pequeños estos pueden caer por la garganta del paciente si este no toma las precauciones adecuadas, estos como muchas cosas es sólo un mito.
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Alergias
La variedad de materiales que se utiliza en un consultorio dental es enorme incluyendo látex, caucho, resina y cobre entre muchos otros, por esta razón las personas alérgicas sienten temor de presentar reacciones alérgicas en medio de un tratamiento o revisión de rutina.
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Sonidos en el consultorio dental
Aparte del taladro existen diferentes sonidos que son particulares en estos espacios como por ejemplo: las vibraciones que emana el metal cuando choca entre sí, el sonido de succión y el roce de las pinzas metálicas con nuestros dientes, para muchos estos sonidos son totalmente inofensivos; pero otros piensan que son una amenaza inminente.
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Olores del consultorio dental
Estas oficinas tienen un olor característico que nos recuerda a los hospitales, clavos de olor, guantes y cosas nuevas, para algunos no representan algo trascendental en sus vidas, pero algunos pacientes cuando perciben estos olores entran en pánico.
Un estudio sumamente interesante realizado en los Estados Unidos encontró que aquellas personas que presentan fobia dental en su mayoría odian el olor a aceite de clavos (un material dental común), mientras que aquellos que no tienen miedo al dentista encuentran que el mismo es «agradable».
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Episodios de abuso sexual
Hay muchos aspectos asociados con el cuidado dental que pueden traer recuerdos vívidos de abusos sexuales, estos incluyen ser colocado en una posición horizontal y tener a alguien en el poder que te toca y te hace sentir dolor.
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