Casi todos en alguna época de nuestra infancia o adolescencia hemos sido víctimas de algún tipo de abuso, tal vez físico, tal vez verbal o de algún otro tipo. ¿Lo recuerdas? ¡Por supuesto que no lo deseas de ninguna manera para tu hija o tu hijo! Y mucho menos después de ver las consecuencias tan graves que puede llegar a tener, que algunos niños no solamente pierden su autoestima sino que incluso han perdido la vida a causa de esta seria amenaza.
¿Qué es el “bullying”?
El nombre en español debería ser acoso, maltrato u hostigamiento escolar, pero en la actualidad hay una gran tendencia a utilizar palabras en inglés ya sea en la televisión, el radio, las redes sociales, etc., por lo que término “bullying” está ampliamente difundido en muchos países de habla hispana.
Su significado en una sola palabra es maltrato o abuso, ya sea físico, verbal, emocional o de cualquier otro tipo, ya sea frente a frente, cibernético o de alguna otra forma. Generalmente aparece en la preadolescencia y se da principalmente en el medio escolar o en agrupaciones extraescolares infantiles o juveniles comunitarias, sociales, etc. Aunque en menor grado el bullying también puede darse entre o hacia los maestros o los padres y hacia o por los directivos de las escuelas.
El bullying es una forma de tortura metódica mediante la cual el acosador sistemáticamente somete a su víctima hasta dominarla de alguna forma. Cabe destacar que no siempre se trata del uso de la fuerza física por lo que es preciso poner mucha atención ante cualquier cambio de comportamiento u otros síntomas que puedan indicarnos que algo está pasando.
Estos cambios pueden ser casi imperceptibles, como decir que tienen mucho sueño y no quieren ir a la escuela, o que no quieren usar sus gafas o el aparato ortopédico que necesitan. Tal vez tu pequeño no quiera sonreir porque tiene los dientes manchados por caries, o los tiene “chuecos”. Recuerda que detrás de casi cualquier pretexto o aparente desinterés puede esconderse algo muy serio.
Principales tipos de bullying.
- Físico. Puede incluir diferentes acciones como por ejemplo puñetazos, empujones, puntapiés, manoseos, cosquillas, pellizcos, bofetadas, luchas, uso de objetos para lastimar, ya sean armas, objetos punzocortantes, para golpear, etc.
- Emocional. Este tipo de bullying causa gran daño a las víctimas aunque su integridad física en apariencia no esté en peligro y puede presentarse entre otras formas:
- Haciendo correr rumores de detalles vergonzosos y/o falsos sobre el niño o niña
- Evitando que forme parte de un cierto grupo.
- Poniéndolos en ridículo ante los demás.
- Ignorándolos a propósito como cuando se aplican “la ley del hielo” (nadie les habla bajo ninguna circunstancia).
- Provocándolos hasta que ya no pueden soportar la presión de los otros y estallan en forma agresiva, con llanto, o sucumben a las exigencias del acosador pero caen después en estados depresivos o de ansiedad.
- Tratándolos siempre con frases hirientes.
- Menospreciándolos o burlándose de sus defectos físicos, enfermedades, personalidad, etc.
- Verbal. Cuando hay calumnias, insultos, bromas pesadas de palabra, obsenidades, menosprecio, comentarios hirientes sobre su indumentaria, sus defectos físicos, etc.
- Ciber-bullying. Es cuando un chico o chica es ridiculizado, amenazado, humillado, avergonzado, calumniado, etc., públicamente ya sea en las redes sociales, por internet, mensajerías y cualquier otro medio del espacio cibernético.
- Sexual. Es cuando de alguna manera los chicos o chicas se ven forzados por uno o varios de sus compañeros a realizar alguna acción de tipo sexual bajo amenazas o cualquier otro tipo de presión. Esto puede incluir comentarios, manoseos, hacerlos mostrar sus partes íntimas y más.
- Grupal. El bullying puede darse ya sea de un niño hacia otro o bien de un grupo hacia un solo niño o hacia varios.
Factores que pueden provocar bullying
Aunque antes no se utilizaba la palabra, este tipo de abusos han existido desde siempre, pero los medios de comunicación tienen un lugar importante en este problema ya que la difusión de cualquier imagen o situación puede llegar a tener un inmediato y gran alcance, lo que puede a su vez agravar los efectos y/o consecuencias. Por otro lado también gracias a esta misma tecnología bien aplicada es posible detectar posibles situaciones de riesgo.
Entre los principales factores que pueden causar el bullying destacan:
- Obesidad o muy bajo peso.
- Problemas de lenguaje
- Presentación personal, forma de vestir, falta de higiene.
- Estrabismo, uso de anteojos, etc.
- Dientes desalineados, disparejos o falta de ellos,
- Uso de aparatos de ortodoncia, brackets, etc.
- Defectos físicos, capacidades diferentes, etc.
- Color de piel
- Estatura muy diferente a la de los demás, ya sea que se es muy bajo o demasiado alto.
- Posición económica o cultural diferente. Hábitos, costumbres, forma de vestir, de hablar, la forma en que son tratados por sus padres, comportamiento de éstos, etc.
Cualquiera de estos factores, ya sea uno solo o varios pueden ser motivo de que tus hijos sean víctimas del acoso por lo que debes tener especial cuidado en su desarrollo y su comportamiento, y tomar las medidas necesarias para evitarles en lo posible cualquier situación que ponga en riesgo su integridad física y emocional.
Ante cualquier indicio de que algo anda mal lo mejor es la comunicación tanto con tus hijos como con los maestros, los padres de los compañeros y en general con todo el personal de la escuela, el club, etc., tengan o no contacto con los pequeños.
Si tienen algún problema físico y están bajo tratamiento médico, si necesitan usar gafas, aparatos ortopédicos, de ortodoncia, o de cualquier otro tipo apóyalos y vigila muy de cerca para evitar cualquier situación de riesgo. La escuela debe brindarte el apoyo necesario para que tu hijo o hija sea respetado y no sufra de ningún tipo de acoso por parte de absolutamente nadie y que pueda continuar tranquilamente con su tratamiento, sea cual sea. Recuerda que la palabra clave es la comunicación. ¡Procúrala!
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