Dicen que lo mejor de la vida se compone de una gran cantidad de pequeños detalles. Para que los percibas en su justa dimensión no hay nada mejor que tus cinco sentidos siempre en alerta. No podemos decir que alguno de ellos es más importante que los demás, pero sí te podemos asegurar que la salud y el estado de tus ojos es algo que no debes descuidar, como tampoco tu estado general de salud.
Para que puedas ver y disfrutar de todos los detalles que pasan por tu vida lo mejor es que tu vista esté debidamente atendida para poder prevenir o corregir cualquier complicación que se presente.
Debes tener en cuenta que en un chequeo médico de rutina el médico puede detectar algunos problemas de la vista. Tal es el caso de las diferentes pruebas que se hacen a los recién nacidos, desde el nacimiento y en todas y cada una de las diferentes citas de rutina. En ellas el pediatra realiza diferentes tipos de examen para ver si todo va evolucionando normalmente.
Pero ante cualquier duda o sospecha de algún tipo de problema, por mínimo que este sea, te hará las recomendaciones necesarias para que el pequeñín sea canalizado hacia el o los especialistas que mejor convenga. Lo mismo sucede con las personas de cualquier edad. El médico general tal vez no te pueda dar un diagnóstico exacto pero sí puede detectar algunos problemas y en consecuencia remitirte con el oftalmólogo.
Algunos problemas de la vista pueden ser solucionados fácilmente si son detectados oportunamente por lo que no debes dejar pasar el tiempo y acudir cuanto antes a tu consulta de evaluación periódica. A no ser que el médico sugiera otra cosa, lo ideal es que sea al menos cada año.
Una cierta renuencia a ir al oftalmólogo es normal tanto en niños como en jóvenes y esto se debe sobre todo al temor a la necesidad de uso de anteojos. Esta situación puede ser un tanto difícil, por lo que la forma en que los padres la enfrenten es definitiva para la forma en que los chicos respondan. De cualquier manera esto no debe aplazarse ya que una visión defectuosa puede ser causa de problemas de conducta y/o de aprendizaje. En el caso de los adultos el rendimiento en el trabajo disminuye y se elevan los niveles de estrés, además de los riesgos que se corren en la calle, en el automóvil, etc.
Afortunadamente en la actualidad existen tantos avances tecnológicos y es tan fácil tener acceso a ellos que no hay disculpa ni pretexto que valga para que descuides tus ojos o los de tu familia.
Si cuentas con un seguro para la visión no dudes en consultar con tu agente sobre los servicios que cubre tu plan. Y toma en consideración también que en muchos casos aunque no todos los procedimientos queden cubiertos por la póliza puedes ser acreedor a sustanciales descuentos por parte de la aseguradora o de la clínica. No te olvides tampoco de los adultos mayores y de la calidad de vida que se merecen.
No lo pienses más. Visita a tu oftalmólogo para que veas y vivas tu vida en toda su intensidad.
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