Lo ideal sería poder tener un manual con el título de “cómo elegir un buen dentista en tres pasos”, pero eso tal parece que no existe ya que hay muchos factores que intervienen para poder tomar una decisión al respecto.
En principio un buen dentista no es ni el que cobra más caro ni tampoco el que cobra menos por sus servicios. El hecho de que tenga las paredes de su consultorio tapizadas con diplomas, certificados y reconocimientos tampoco lo hacen el mejor, aunque ciertamente pueden demostrar que ha recibido cursos y capacitación.
El hecho de que no los exhiba tampoco es muestra de que no es una persona preparada, pero lo ideal es que al menos muestre su título universitario y certificados de especialización. El que su consultorio esté acondicionado con lujo, o con modestia tampoco nos puede dar grandes pautas sobre si se trata de un buen especialista o no, y tampoco la ubicación no dirá nada por sí misma. Pero entonces, ¿cómo elegir un buen dentista?
Lo primero que puedes hacer si estás en busca de un dentista es informarte con tus familiares y/o amistades, o bien con tu médico de cabecera. Recuerda que las recomendaciones personales “de boca en boca” son más fidedignas que todo lo que puedas leer en internet o en los medios publicitarios.
Entre los consejos que dan los expertos cuando se trata de elegir un dentista hay que poner especial atención a la forma en que recibe por primera vez a sus pacientes aunque esto no es lo único a lo que hay que prestar atención.
Lo más conveniente es que solicites una cita de reconocimiento o para presupuesto. Allí te darás cuenta de muchos detalles, como por ejemplo el orden e higiene de su consultorio, las preguntas que te plantea sobre tus hábitos de higiene, alimentación, etc., sobre tu estado de salud en general, y no solamente en lo referente a tu boca o tus dientes, la meticulosidad con te examina, y el diagnóstico que hace así como la elaboración del presupuesto.
Así se trate de un consultorio unitario o de una clínica con diferentes especialistas y servicios, la atención debe ser personalizada, sin premuras, de manera que el paciente se sienta en confianza y lo más relajado que sea posible. Se deben tomar todas las medidas de higiene como es la esterilización del instrumental, el uso de guantes, etc.
En caso de alergias o padecimientos como diabetes, hipertensión, etc., el dentista debe estar informado para tomar las medidas pertinentes de acuerdo a los tratamientos, intervenciones y medicamentos que vaya a utilizar o a prescribir, por lo que es especialmente importante que tu dentista lleve un expediente o historial, como lo hace cualquier médico.
Para elegir un dentista también pon atención a las explicaciones que te dé cuando te hagan el diagnóstico y presupuesto. Por lo general un dentista te explicará en forma clara y sencilla pero detallada cuál o cuáles son tus problemas dentales, el o los procedimientos que se requieren y las alternativas que existen con sus diferentes pros y contras, costos, consecuencias, etc.
Un buen dentista además de examinar y atender tu boca debe orientarte sobre la mejor manera de cuidar tu boca así como recomendarte los productos y/o técnicas adecuadas de higiene bucal según tu caso en particular.
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