Debido a la cantidad de tiempo que los niños pasan frente a las pantallas de los artefactos electrónicos, así como a las horas de lectura o el esfuerzo visual al momento de estar en la escuela y ver la pizarra, se van generando ciertos inconvenientes oftalmológicos. Por ello, se debe estar atento de las señales de problemas visuales que puedan demostrar los niños.
La revisión ocular es de suma importancia, más que todo para comprobar el estado de salud del infante. En pocas palabras, el funcionamiento del sistema ocular es trascendental, ya que no solo se trataría de un problema de visión, sino también de lo que respecta a todo al sistema y conexión con el cerebro.
Esto quiere decir que las señales de problemas visuales pueden significar más que algún inconveniente para ver, ya que se trata de músculos, nervios y cerebro. Detrás de cualquier problema visual puede haber un problema neurológico, quizás en menor medida, pero podría existir.
La buena salud visual puede repercutir en el rendimiento y los resultados académicos de los niños, cuestión que es poco asociado. Sin embargo, las señales de problemas visuales pueden ser mejor observadas fácilmente entre las edades de 5 y 8 años, ya que es el periodo más propenso a los problemas refractivos, tal como el astigmatismo, miopía, hipermetropía, estrabismo y ambliopía.
De hecho, estudios de la Fundación Alain Afflelou, en España, demuestran que hasta 30% de los estudiantes sumidos en fracaso escolar, es decir, a problemas de atención, bajas calificaciones y distracción, se debe a problemas visuales. Debido a ello, por la cantidad de problemas visuales que pueden ser observados por padres o profesores, se recomienda realizar revisiones o chequeos periódicos a partir de los 3 años de edad del infante.
Por esto, las señales de problemas visuales pueden ser algo confusas, pero siempre darán pie a detectar si hay o no problemas, lo que podría ser el primer paso para comenzar los chequeos oftalmológicos con los niños.
¿Cómo podría saber si el niño tiene problemas visuales?
Debido a que los niños pasan mayor tiempo en las escuelas o instituciones educativas, los profesores deben tener cierto conocimiento de estas señales de problemas visuales, de no ser así, entonces habría que tomar en cuenta los siguientes puntos:
- Leer o escribir muy cerca de la hoja: este es el primer momento en el que se debe tomar en cuenta cierto problema visual, ya que al acercarse demasiado al papel, el niño probablemente esté viendo borroso o distorsionado, situación compleja para que él o ella lo describan.
- Taparse un ojo al intentar ver la pizarra: debido a los diversos problemas visuales, muchos de estos se desarrollan más rápido en uno de los ojos, de hecho, pudiese ser que este sea el único ojo con problemas.
- Quejas de dolores de cabeza o cansancio visual: muchas veces el niño suele expresar dolores o cansancio, por lo que el representante debe estar atento a las veces que esto suceda.
- Picor de ojos: esto ocurre cuando el niño esfuerza demasiado la visión, ya que el ojo se reseca más rápido de lo normal. Este síntoma está enlazado con cefalea y fatiga visual.
- Torcer la cabeza: este indicador significa que para el niño hay distorsión en la imagen, por lo que puede haber problemas en la córnea.
Un seguro de visión puede ayudar mucho
De esas principales señales de problemas visuales se puede concluir que la salud debe ser chequea constantemente, por ello es extremadamente recomendable tener un seguro de visión capaz de atender estos problemas que parecen ser sencillo, pero no lo son.
Otras señales de problemas visuales que se deben agregar a la lista son:
- Lagrimeo constante al realizar actividades
- Entrecerrar los ojos
- Enrojecimiento del globo ocular
- Tropiezo frecuente
- Dislexia
Todas estas señales pueden y deben ser atendidas por especialistas, y la mejor manera es siendo a través de un seguro de visión.
El hecho de contratar un seguro de visión no quiere decir que la vida esté sentenciada a enfermedades, como suele ser visto. Básicamente, un seguro de visión ayudará a prever problemas de salud debido a la organización y sistematización de la infraestructura de esta empresa.
Con esto queremos decir que un seguro de visión será la mejor opción al momento de necesitar alternativas en temas de atención sanitaria o médica en sí. Con una empresa que garantice tu bienestar podrás estar más tranquilo al momento de tener que acudir a los servicios médicos.
Además de eso tener la salud al día es más fácil si se cuenta con un seguro de visión, pues las trabas administrativas cesan, y la atención preferencial destaca. Por ello, es mejor invertir en un seguro de visión que dejar pasar la oportunidad.
Ante las señales de problemas visuales siempre habrá que contar con un oftalmólogo, pero además un optometrista y hasta neurólogos, cuestión que un seguro podrá facilitar con tan solo establecer un acuerdo con la empresa aseguradora.
Por ello, un seguro de visión podrá ayudar mucho más en una situación de salud, sobre todo cuando de niños se trata. La salud visual de tu pequeño no es juego, debes atenderla.
Fuente:
www.abc.es
www.eleconomista.es
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