El glaucoma es una enfermedad compleja que es caracterizada por afectar el nervio óptico y ocasionar pérdida de la visión.
Existen varias formas de glaucoma; las dos formas más comunes de esta enfermada son: glaucoma primario de ángulo abierto (GPAA) y el glaucoma de ángulo cerrado (GCA).
El primer tipo de glaucoma es conocido como “el ladrón furtivo de la vista”, esto se debe a que no presentan ningún síntoma, sino hasta que se produce una pérdida significativa de la visión.
¿Qué causa el glaucoma?
El glaucoma es causado por el deterioro intrínseco del nervio óptico, lo cual desencadena una alta presión de líquido en la parte frontal del ojo.
Por lo general, el fluido o humor acuoso es expulsado de su ojo a través de un canal en forma de malla. Ahora bien, si ese canal se bloquea, el líquido se acumula. Aún se desconoce el por qué ocurre el bloqueo, lo que sí es cierto es que puede ser hereditario.
Por otro lado, las causas menos comunes del glaucoma pueden ser una lesión contusa o química en el ojo, una infección ocular grave, el bloqueo de vasos sanguíneos dentro del ojo y afecciones inflamatorias.
La cirugía ocular para corregir cualquier otra afección ocular pudiese generar el glaucoma. Sin embargo o es muy común. Generalmente, afecta a ambos ojos, lo que varía es la gravedad entre uno y otro.
Tipos de glaucoma
Existen dos tipos principales de glaucoma
- Glaucoma de ángulo abierto.
- Glaucoma de ángulo cerrado.
Síntomas del glaucoma de ángulo abierto
En la mayoría de los casos, no se presenta ningún tipo de síntoma o advertencia ante la presencia de glaucoma de ángulo abierto. Esta patología se caracteriza por desarrollarse lentamente y, en ocasiones, no existe pérdida de visión notable con el pasar de los años.
Es muy común que las personas que padecen del glaucoma de ángulo abierto se sientan bien y no perciban ningún cambio en su visión al principio. Esto se debe a que la pérdida inicial es la visión lateral o periférica, mientras que la visión nítida o agudeza visual se mantiene hasta que ya la enfermedad está en una etapa avanzada.
Cuando el paciente experimenta la pérdida de visión, es porque la enfermedad se encuentra bastante desarrollada. La pérdida de visión ocasionada por el glaucoma no es reversible, ni con el tratamiento, ni con cirugía.
Debido a que esta patología no presenta síntomas o signos de advertencia antes de que se produzca un importante daño, es de vital importancia que se realicen exámenes oculares con regularidad.
En tal caso de que el médico detecte el glaucoma durante el examen, este podrá prescribir un tratamiento preventivo que ayudará a proteger la visión.
En este tipo de glaucoma, el ángulo en el ojo donde se encuentran el iris y la córnea es tan ancho y abierto como debe serlo. Sin embargo, los canales de drenaje del ojo se van obstruyendo con el tiempo, lo cual causa aumento en la presión interna del ojo y un daño posterior en la óptica del nervio.
Este es el tipo de glaucoma más común en la actualidad y afecta a unos cuatro millones de estadounidenses, quienes, en su mayoría, no saben que padecen tal enfermedad.
Existe mayor riesgo de padecer el glaucoma si los padres o hermanos tienen la enfermedad, si es afroamericano o latino, y también si padeces diabetes o alguna patología cardiovascular. Aunado a ello, el riesgo también aumenta con la edad.
Síntomas del glaucoma agudo de ángulo cerrado
A diferencia del glaucoma anterior, este si presenta síntomas:
- Visión nublada o borrosa.
- Suelen aparecer círculos con los colores de arco iris alrededor de luces brillantes.
- Fuerte dolor de cabeza y ojos.
- Náuseas o vómitos.
- Pérdida de visión repentina.
En el glaucoma de ángulo cerrado, también conocido como glaucoma de ángulo estrecho, el ángulo suele cerrarse en la mayoría de las zonas, esto provoca que aumente la presión ocular, ocasionando así daños en el nervio óptico y pérdida de la visibilidad.
El aumento de presión ocular puede suceder de manera repentina, o irse presentando gradualmente.
Sin embargo, hay etapas tempranas de la enfermedad en que el ángulo se encuentra cerrado, pero no puede que la presión ocular no sea tan alta y todavía el nervio óptico no se vea afectado.
Los síntomas de este tipo de glaucoma suelen ser muy notables y los daños ocurren rápidamente. Por tal motivo, si logra experimentar alguno de los síntomas ya antes mencionados, debe acudir al oftalmólogo de inmediato.
Si te detectan el glaucoma, lo más idóneo es que pautes visitas frecuentes al oftalmólogo para realizar exámenes y así poder controlar la afección y estar seguros de que el tratamiento prescrito logre mantener una presión ocular segura de modo efectivo.
El glaucoma y los síntomas que desarrollan pueden tener un impacto significativo en la vida de las personas.
Por eso, es necesario mantenerse informado de las señales más comunes y tener controles preventivos cada cierto tiempo. Esto con la finalidad de que los pacientes logren adaptarse a su nueva realidad y puedan mantener una vida plena y satisfactoria.
Fuente:
glaucoma.org
webmd.com
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