La muerte es parte del ciclo natural de la vida y aunque a veces quisiéramos detenerlo es imposible hacerlo. Esta experiencia dolorosa tiende a afectarnos más si se trata de una persona muy cercana a nosotros.
Comprender el significado de la vida es complicado. El por qué estamos, para qué servimos y hasta cuándo, es un misterio. Saber sobrellevar los pronósticos más tristes, a pesar que es duro, también es posible.
El fallecimiento de un ser amado es desbastador. El pálpito de cada emoción y sentimiento estará severamente afectado y, por lo general, suele alterar nuestra autoestima y autoconfianza.
Este desprendimiento doloroso lo sentimos fuerte en el corazón y, con ello, en las emociones. Morir no es perder el cuerpo de ese ser, es decir adiós a algo más puro, más personal y significativo. Pero aún así siempre será un aprendizaje.
A pesar de la preparación mental o psicológica que se tenga, la muerte siempre te sorprenderá y podría derrumbarte y agobiarte si no haces algo por evitarlo; aunque superarla no es tarea sencilla.
Conozcamos un poco más las etapas por las que pasamos cuando se ha perdido a un ser querido. Quizás con ello lograremos entenderlas y recuperar aquellas cualidades que nos hacen seguir adelante.
El duelo
Esta palabra simboliza aquel proceso de adaptación y superación emocional que nos aqueja luego de una pérdida. Es un lapso que dura días, meses e incluso años. Todo dependerá de la capacidad emocional de la persona.
El duelo se describe y clasifica en cuatro fases principales. Todas contribuyen a un proceso de recuperación específico. Estas fases se denominan:
- Fase de negación.
- Fase de enfado, indiferencia o ira.
- Fase de aceptación y negociación.
- Fase de dolor emocional (o depresión).
El período de duelo es un momento necesario e importante para los afectados por la pérdida. En este tiempo deberán reajustar sus vidas a la falta física de ese ser amado. Es un momento difícil que muchas veces se extiende por largo tiempo.
Al individuo que le ha tocado atravesar este ciclo de la vida entiende que el duelo es el espacio y el tiempo en el que deberá comenzar a visualizar las nuevas circunstancias.
En definitiva, el duelo será ese momento en el que las personas afectadas conseguirán desahogarse sin ser juzgados, señalados o criticados. Es un momento de comprensión y respeto.
Etapas del duelo
Para lograr entender cómo funciona y recuperar nuestra felicidad, es necesario conocer en qué se basa cada fase de este proceso.
- Negación
La muerte anticipada o la inesperada nos afectarán a todos de manera similar. Con ella llegan los sentimientos de inestabilidad emocional, incertidumbre e incredulidad.
La manera en cómo se refleja variará de persona a persona, pero los signos de la negación siempre van a estar presentes para negar lo sucedido. Se inician los llantos desenfrenados y los gritos.
Algunas personas solo se quedan inmóviles, intentando entender que ese ser amado ya no estará más allí. La manera de sobrellevarlo no es fácil, solo queda dejar pasar el tiempo e ir escalando inconscientemente en las etapas del duelo.
- Enfado, indiferencia o ira
Luego de la primera fase comienza una de las más largas y tediosas del duelo. Los sentimientos a flor de piel, llantos, cambios conductuales y emocionales, son las características de esta etapa.
Es el momento en el cual nuestra autoestima parece desvanecerse. Nuestra fuerza parece drenarse en cada lágrima. Este estado se considera el dolor psíquico más extenso y fuerte.
Es usual que se presenten cuadros de agresividad o furia hacia las personas que estén cercas, e incluso, hacia el individuo fallecido. La ansiedad y desesperación juegan un papel estelar.
- Aceptación y negociación
Es la fase en la que el individuo afectado comienza a entender y aceptar los hechos. El estado emocional en este punto es depresivo-moderado. Acostumbrarse a la realidad es una lucha constante.
Si bien los llantos están presentes, la percepción de la realidad ha dejado de ser distorsionada y se empieza a buscar la forma de ir sobreponiéndose a la pérdida. La vida debe continuar, aunque sea a pasos pequeños.
- Dolor emocional o depresión
Es un período depresivo en el que la visualización a futuro sin esa persona empieza a hacerse cada vez más frecuente. Comprender la realidad de la muerte y aceptar los hechos. Es allí cuando se inician los cuadros depresivos que poco a poco lograrán ser superados.
Qué hacer para seguir adelante
Compartir con los familiares y amigos debe ser la prioridad. Son quienes incentivarán a la recuperación y te darán apoyo cuando lo necesites.
Muchas veces la autoestima, así como la felicidad, se ve severamente afectada. La manera de seguir el camino es dar un paso a la vez. Aceptar los hechos, conseguirle nuevos propósitos a la vida y valorarla más.
Lo sucedido debe iniciar un cambio importante. Demostrar el cariño, el respeto y la consideración por cada ser amado ayudará significativamente en la recuperación de la autoestima.
Ser nosotros mismos y aceptarnos en la nueva realidad nos ayudará a recuperar la autoestima y felicidad perdida. Especialmente si trazamos y adoptamos una dirección positiva en nuestro camino. En cualquier caso, lo mejor es siempre buscar algún tipo de ayuda.
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