Entre la infinidad de objetos que hay en toda casa con bebés, el biberón es uno de los más importantes. De hecho, para muchos padres y madres, es considerado como un buen amigo que facilita la tarea de alimentar al pequeño.
Sin embargo, alrededor de este objeto han surgido distintos mitos sobre su supuesta relación con las caries y los problemas dentales. Así como con los hábitos de alimentación poco saludables y la obesidad.
Es por ello que hoy te traemos un artículo referente a los mitos y realidades de ese aliado tan importante para la alimentación de tu bebé.
Utilidad del biberón
Sabemos que es muy importante tanto para el bebé como para los padres, ya que ayuda en la labor de alimentar al pequeño. Sobre todo, cuando la madre debe trabajar, por lo que no puede estar presente todo el día para amamantar.
Pero, además de su función alimentaria, el biberón permite satisfacer la necesidad del bebé de succionar. Esto puede resultar bastante tranquilizante para niños inquietos.
No obstante, normalmente los expertos recomiendan que el uso del biberón se restringa únicamente hasta el primer año de edad. De ahí en adelante, debería sustituirse por la comida.
Biberones y caries
Uno de los principales mitos en torno al biberón tiene que ver con la aparición de caries. Esto es verdadero solo en cierta medida.
Los dentistas infantiles advierten que en sí no es el biberón el que ocasiona la aparición de caries. Lo que puede provocarlas es el contenido.
Cuando un niño se queda dormido con el biberón en la boca, la leche azucarada se mantiene en contacto con las piezas dentales, lo cual ocasiona las caries.
Se trata de un tipo de caries bastante agresiva debido a la prolongada exposición de los dientes a la placa bacteriana producida por el azúcar. Es como si un niño pasara toda la noche con un caramelo pegado del diente.
Si además de leche en el contenido fue agregado algún tipo de cereal o cacao, la situación empeora por un mayor contenido de azúcar.
Malformaciones dentales
Muchas personas creen que, por usar biberón, los niños tendrán malformaciones en sus dientes. Al respecto, no se tiene consenso en los entornos especialistas, pues algunos aseguran que no es cierto y otros que sí.
Sin embargo, algunos dentistas infantiles concuerdan en que si el bebé desarrolló una forma de succionar inadecuada en el proceso de amamantamiento, el uso prolongado del biberón puede empeorar el cuadro.
Como consecuencia, los dientes superiores no tendrán la alineación correcta respecto de los inferiores. Ello ocasiona que el niño desarrolle dificultades para masticar, además de los problemas relacionados con la estética dental.
¿El biberón hace a los niños obesos?
Cuando un niño succiona el pecho materno o bebe su leche en un vaso, consume menos que si lo hace con un biberón.
Es esa la verdadera razón de que los niños que toman biberón tiendan a presentar obesidad. No se trata del biberón en sí mismo, sino de que come más en menos tiempo.
Por esta razón, los padres pueden aplicar la medida de que el agujero de la chupa sea más pequeño, con lo que evitaran el paso de gran cantidad de leche. Así, el niño se llenará sin haber consumido cantidades exageradas.
Relación con los malos hábitos alimenticios
Si ya tu bebé tiene más de un año y sigues alimentándolo con biberón, podríamos decir que, en ese caso, el biberón sí genera malos hábitos alimenticios. No porque el biberón sea malo, sino porque tu hijo tiene otros requerimientos a esa edad.
Un niño que superó su primer año de edad ya tiene necesidad de comer alimentos y no solo bebidas. Además, ya tiene sus primeros dientes, por lo que tiene necesita masticar.
Mala deglución por el biberón
Muchos acusan al biberón de causar una incapacidad para deglutir los alimentos de manera adecuada. Realmente, aprender a tragar alimentos sólidos puede no ser tan sencillo, pero no es culpa del biberón.
Desde el mismo día en que nace, el bebé debe aprender a succionar para poder alimentarse del pecho materno. Desde entonces, el niño se acostumbra a ejercer una presión particular sobre la lengua para poder succionar.
Cuando el niño debe tragar alimentos tiene que entrar en otro proceso de aprendizaje. Esta vez, debe desaprender a succionar primero para acostumbrarse a tragar.
Efectivamente, si el uso del biberón se prolonga después del año, ese proceso de aprender a tragar sin succionar puede verse perturbado. Para él es mucho más sencillo seguir comiendo solo con biberón, por lo que se negará a comer sin él.
Biberón ¿Bueno o malo?
Dicho todo lo anterior, es el momento de reafirmarte que el biberón no es bueno ni malo. Eso dependerá de que tú, como padre o madre, lo utilices de manera adecuada. Ten en cuenta lo siguiente:
- Úsalo solo hasta que el bebé cumpla un año. Desde entonces, alimenta al niño con comida y dale los líquidos en un vaso o, en su defecto, con cucharas.
- No dejes que el bebé se quede dormido con el biberón en la boca.
- Dale la cantidad de leche adecuada.
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