Los dientes son una de las partes más duras de todo nuestro cuerpo, junto con los huesos. Aun así, por diversas circunstancias, internas o externas, la dentadura puede sufrir diversos tipos de daños que conllevan a su debilitación.
Cada una de tus piezas dentales está conformada por varias capas. Estas constituyen la estructura del diente y protegen, junto con las encías, una zona interna que es bastante blanda, ya que allí se encuentran nervios y vasos sanguíneos.
Cuando esas capas comienzan a desgastarse se van perdiendo una tras otra, como si quitaras las capas de una cebolla. A diferencia de ello, no notas a simple vista esas capas.
Hoy, te contaremos las diversas razones por las que pueden debilitarse los dientes y algunas medidas que puedes tomar para prevenir su desgaste. Principalmente, para cuidar el bienestar de tu estética dental, lo cual implica tanto belleza como salud en general.
Razones fisiológicas
Cuando hablamos de desgaste dental por razones fisiológicas, nos referimos a aquel que se produce por el natural proceso de masticación.
En general, podemos decir que este tipo de debilitación es natural ya que desde que nos surgen los dientes los utilizamos para masticar los alimentos que consumimos.
Por tal motivo, se trata de un desgaste relacionado con el paso del tiempo y todas las personas lo experimentamos. Sin embargo, ese proceso puede verse empeorado por una masticación inadecuada.
Aunque pudiera sonarnos raro, muchísimas personas alrededor del mundo no mastican de la forma correcta, lo que conlleva a que el desgaste sea mucho más rápido.
Atrición
Razones patológicas también pueden generar debilitamiento dental. Es decir, el desgaste y el deterioro de las piezas dentales no se producen por el proceso natural de envejecimiento, sino porque existe una condición particular que los causa.
Con la palabra atrición, nos referimos a un desgaste dental que tiene lugar cuando las superficies dentales se ven afectadas como consecuencia de un roce constante entre ellas. Esto ocurre durante lo que los dentistas denominan parafunción.
Este es el término que abarca cualquier movimiento dental que se genera de manera innecesaria. Sabemos que los movimientos dentales están justificados para masticar, deglutir o hablar.
Sin embargo, algunas condiciones como el bruxismo (rechinar los dientes) o el apretamiento dental, que se presenta mayormente al dormir, producen esos movimientos que ocasionan desgaste dental.
Abrasión
Este aspecto tiene que ver con el uso de sustancias que resultan dañinas para el esmalte de los dientes. Podemos resumirlo como el proceso de desgaste en el que están involucrados factores externos.
El principal agente externo en generar abrasión dentaria es el cepillado inadecuado. En general, muchas personas se cepillan con demasiada fuerza o con la técnica incorrecta, generando este tipo de condiciones de desgaste.
No obstante, también existen otros agentes que causan abrasión como los reflujos gástricos y los ácidos emitidos al vomitar. Así mismo, los medicamentos y algunas sustancias químicas se asocian a este problema.
Erosión
Otra causa del debilitamiento de los dientes se relaciona con los procesos de erosión. En ellos, se presenta una ausencia de biofilm, una especie de capa que protege la estructura dental.
Esto puede generarse por factores internos como desórdenes de alimentación (anorexia y bulimia). También ocurren por acción de factores externos, como el consumo frecuente de productos ácidos. Por ejemplo: el jugo de naranja y limón o bebidas carbonatadas.
Recomendaciones
Frente al debilitamiento por causas naturales relacionadas con el paso del tiempo, no puedes hacer más que acudir constantemente al dentista. Además de procurar informarte muy bien acerca de la forma correcta de masticar.
Sin embargo, respecto a los mecanismos que dañan los dientes por factores no naturales, sí puedes implementar algunas medidas para evitar el debilitamiento de tu dentadura. En primer lugar, te contamos lo que no deberías hacer:
- No te muerdas las uñas.
- No mordisquees lápices ni bolígrafos.
- No muerdas los caramelos duros. Están hechos para ser chupados, no mordidos.
- No uses tus dientes para abrir latas o para quitar las chapas de las botellas.
- No cortes el hilo con los dientes. Para tal fin usa una tijera o, en su defecto, es preferible que uses los dedos.
Cepillado de los dientes
Como te comentábamos anteriormente, el cepillado incorrecto es la principal causa del desgaste dental por abrasión. Por tal motivo, es muy importante que sepas cepillarte adecuadamente, no solo en cuanto a la técnica sino a la cantidad de veces y los productos que implementas.
Lava tus dientes por no más de 4 o 5 veces al día. No más de eso, pues ocasionarás desgaste. Si se te hace difícil, ya que sientes que debes cepillarte más veces porque tienes mal aliento frecuentemente, nuestra recomendación es que acudas con un especialista para tratar ese problema.
Usa un cepillo mediano o suave, pero nunca duro. No coloques demasiada crema dental. La cantidad correcta es solo la mitad de las cerdas del cepillo. Usa una crema dental de calidad. Muchas cremas de dientes en el mercado cuentan con demasiado bicarbonato y otros productos químicos que pueden resultar dañinos para tu dentadura. Pregúntale a tu dentista cuál es la pasta que te recomienda de acuerdo con tus necesidades.
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