La mayoría de las personas siempre quiere verse, sentirse y oler lo mejor posible en cada una de sus actividades sociales. Razón por la cual el perfume, el desodorante y el cepillo dental juegan un rol protagónico al momento de generar el impacto que deseamos.
Sin embargo, a veces la preocupación y el interés que colocamos en estos aspectos se vuelven excesivos y obsesivos, llegando a perjudicar drásticamente nuestras relaciones sociales, y hasta nuestra autoestima.
La halitofobia es el término médico usado para describir el miedo excesivo a tener mal aliento, esta condición produce que los pacientes crean de manera firme y obsesiva que sufren de halitosis, aunque jamás la haya padecido o ya la haya logrado superar.
¿Sabías que el 30 por ciento de la población mundial sufre de halitosis? Sin embargo, un estudio exhibido en el Simposio Europeo SEPA de Halitosis, determinó que el 15% de las personas que presentan los síntomas son halitofóbicos.
¿Qué es la halitosis?
Un informe publicado por la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA) asegura que la halitosis, o mal aliento, es un conjunto de olores desagradables que proceden de la cavidad bucal. Aunque pueden existir diversos motivos que originen dichos olores, ninguna persona está exenta de sufrirla.
Este trabajo denominado “Cuida tus encías, evita el mal aliento”, explica que los profesionales de la odontología clasifican la halitosis en tres tipos diferentes, dependiendo de su origen (otorrinolaringológica o calidad bucal):
Halitosis genuina o verdadera: es cuando el mal olor bucal es real. Se puede detectar, cuantificar, diagnosticar y tratar. El 90 por ciento de estos casos presentan un origen bucal. Asimismo, se puede clasificar en halitosis fisiológica o patológica, esta última puede tener un origen oral o extraoral.
Pseudohalitosis: es cuando no hay mal aliento, pero el paciente aprecia y está seguro de que tiene halitosis, aun cuando los exámenes de diagnósticos y la percepción de los demás indican que está equivocado.
Halitofobia: es cuando una vez concluido el respectivo tratamiento de la halitosis o la pseudohalitosis, el paciente aún piensa de forma constante que tiene mal aliento, a pesar de que disfruta de una buena salud bucal.
Los autores de esta publicación, manifestaron que la pseudohalitosis y la halitofobia poseen un significativo factor psicológico. Por esta razón, los encargados del tratamiento de estas condiciones serán los especialistas de la psicología o psiquiatría.
Efectos de la halitofobia
Los halitofóbicos siempre están paranoicos sobre el olor que emana de su boca y creen en todo momento que nadie, ni sus familiares, amigos o conocidos se arriesgan a decirle la verdad.
Al mismo tiempo, pueden malinterpretar los comentarios y el comportamiento de las demás personas, imaginando que estas le insinúan que tiene halitosis. También tienden a acudir de manera reiterada al odontólogo, pero jamás quedan contentos con el diagnóstico.
Por estos motivos, dicha idea obsesiva suele producir las siguientes consecuencias:
- Aseo bucal compulsivo.
- Se cepillan excesivamente durante el día.
- Realizan limpiezas bucodentales con bastante frecuencia.
- Perennemente están mascando chicle.
- Usan constantemente pastillas para el aliento.
Asimismo, los pacientes evitan el acercamiento con las personas mientras mantienen una conversación y están analizando asiduamente las reacciones y gestos de las mismas, con la finalidad de comprobar si ha percibido el “mal aliento”.
Entre los posibles síntomas que suelen presentar los individuos que padecen halitofobia están el temor a la exhalación, el aislamiento social y la depresión que, aunado a todo lo demás, tiende a causar dramáticos problemas y situaciones graves en el ambiente familiar y personal.
Causas
Existen diversas causas probables para el desarrollo de esta condición, pero el origen directo puede estar asociado de manera profunda en la mente, pues en diversos casos el paciente ha quedado emocionalmente traumatizado por comentarios, burlas o bromas relativas al mal olor bucal.
Lo habitual es que estas situaciones se den en la infancia, ocasionando que los sentimientos de rechazo persistan con la persona hasta su edad adulta.
Aunado a esto, la halitofobia se relaciona con problemas mentales como el trastorno obsesivo compulsivo (TOC) y la hipocondría, o enfermedades psicológicas que suelen causar alucinaciones como el trastorno bipolar o la esquizofrenia.
Tratamiento
Para aquellas personas que presenten síntomas severos relacionados con la halitofobia, deben asistir a un profesional de la psicología o psiquiatría para que evalúen y determinen cuál es la terapia que más favorecerá al paciente para superar esta condición.
El tratamiento psicológico puede orientar al individuo las medidas necesarias para enfrentar los miedos y los falsos delirios ilógicos, además de modificar la apreciación de situaciones traumáticas previas. De igual modo, debes tomar en cuenta que cualquier otro trastorno subyacente puede ser evaluado y tratado por un psiquiatra.
¿Qué hago si sospecho que sufro algún tipo de halitosis?
Lo principal que debes hacer cuando intuyas que padeces alguna clase de halitosis es recurrir a un Odontólogo, quien realizará la respectiva evaluación y diagnóstico diferencial, con la finalidad de comprobar si de verdad sufres halitosis e indicarte el tratamiento que deberás seguir.
Sin embargo, al momento de que el experto en salud bucal finalice su tratamiento o descarte que la persona padece halitosis, el odontólogo procederá a diagnosticarle halitofobia y será remitida a un psicólogo, psiquiatra o un médico general.
Si quieres prevenir la halitosis y sus tipos, debes tener una buena higiene oral que incluya cepillos dentales, cepillos interdentales e hilo dental, para que cuentes con una salud bucal de calidad y disminuyas tus probabilidades de sufrir cualquier afección en la boca.
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