A través de los años el miedo a la asistencia odontológica ha ido en aumento, debido a que muchos pacientes retrasan o se niegan a acudir a las respectivas consultas para tratar sus enfermedades bucales. Esto les ha ocasionado efectos nocivos, pues posponer este encuentro agudiza los padecimientos y perjudica la salud dental.
Este sentimiento se alimenta de causas relacionadas con situaciones traumáticas que experimentaron durante su infancia en alguna cita con el dentista. Adicionalmente, permanecen en sus memorias, así como también puede ser el resultado de una creencia aprendida.
Tememos a lo desconocido
Además, la ansiedad y el temor a sentir alguna clase de dolor, contraer enfermedades o infecciones contagiosas, mala praxis e higiene deficiente, son detonantes en la vida de aquellas personas que se rehúsan o postergan la atención odontológica.
Es necesario entender que el miedo se basa en la sensación de angustia derivada por la presencia de un peligro real o imaginario. Lo que genera un sentimiento de desconfianza que incita en creer en aspectos fatalistas.
¿Qué te causa el miedo al odontólogo? A continuación, te presentamos algunos orígenes que han provocado gran temor a visitar de manera regular a tu dentista, lo que obstaculiza el cuidado de la salud bucal.
Experiencias desagradables en la infancia
Las malas experiencias que tenemos cuando somos pequeños se quedan grabadas en lo más profundo de nuestras memorias. A través de los años esos recuerdos pueden producir grandes traumas cuando ya somos personas adultas.
Tal vez cuando acudiste a alguna cita con tu odontólogo, él (o ella) no fue lo suficientemente atento y agradable contigo, y sufriste así alguna clase de dolor o experiencia traumática que originó un rechazo a dichos profesionales.
Un entorno influyente
Cuando somos niños aprendemos a percibir el mundo a través de los ojos, conocimientos, las reacciones, enseñanzas, vivencias y apreciaciones de nuestros padres, de quienes heredamos grandes cualidades, valores y afectos.
Sin embargo, también podemos recibir miedos y fobias emanados de ellos, pues cuando estas figuras trascendentales para nuestra formación sienten algún tipo de temor, estrés y ansiedad por visitar al dentista o solo tienen comentarios negativos. A su vez, estos influyen en la percepción y sentimientos de sus hijos hacia futuros encuentros con el dentista.
No solo nuestros padres influyen en este temor al dentista: el entorno social también incide en ello, pues las personas suelen hablar sobre el miedo que le genera recibir atención odontológica o acerca de experiencias que les causaron mucho dolor en un momento determinado de sus vidas.
Falta de control odontológica
El miedo justificado o injustificado al dentista ha representado un serio obstáculo para los odontólogos. Sin perder de vista que muchos tratamientos se han visto perjudicados por esta postura. Muchos pacientes sienten temor a los síntomas físicos que puedan ocasionar dichos métodos, porque creen que pueden ser peligrosos para su salud bucal o que no sean capaces de soportarlos.
Estas razones producen una grave falta de control por parte de los odontólogos, pues los respectivos tratamientos se ven afectados en su calidad al no poder cumplirlos íntegramente.
Frustración profesional
No solo los pacientes se ven afectados por su miedo. También los expertos de la odontología se ven seriamente perjudicados, pues las conductas originadas por el temor y la ansiedad derivan en cancelaciones a última hora o tratamientos inconclusos. ¿Consecuencias? Producen estrés, impotencia y frustración profesional, incidiendo de manera negativa en la relación paciente-dentista.
Otros miedos dentales
Aunado a lo antes mencionado, también influye bastante en los pacientes la atención que reciban de su odontólogo, resultando factible un eventual temor al estado de ánimo del dentista, considerando que ello pudiera conllevar a una experiencia desagradable como las siguientes:
- El dentista está de mal humor.
- Miedo a la brusquedad.
- Que el trabajo lo hagan enfermeras o estudiantes.
- Regaños por parte del odontólogo.
¿Cómo superar el miedo y ansiedad al dentista?
Si te sentiste identificado con algunas o todas las cosas que expusimos en este artículo, y comprendiste que sientes temor a visitar a tu dentista, aquí te presentamos algunas sugerencias que te ayudarán a superar este miedo:
- Visita a tu dentista de manera regular. Lo primero que te podemos aconsejar, es que conviertas tus visitas al odontólogo en un hábito. Al hacer estos encuentros parte de tu rutina, lograrás sentirte más seguro y confiado en dichas citas; además, podrán detectar y resolver los problemas de salud en cuanto inician, en vez de hacerlo hasta que están muy avanzados y generan dolor.
- Consigue un odontólogo que te produzca seguridad. Encuentra un buen profesional que se exprese con un lenguaje sencillo, sea empático contigo y procure agradable que genere confianza en ti. También explícale sobre el miedo que sientes para que él pueda ayudarte a superarlo.
- No postergues lo necesario. No esperes que el dolor sobrepase tus límites ni sea demasiado tarde para aliviar tu padecimiento. Las visitas regulares ayudarán a que los tratamientos no sean tan dramáticos ni costosos.
- Usa una técnica de relajación. A través de métodos como el control de la respiración, despejar la mente, pensar en cosas que te produzcan paz y tranquilidad, entre otras opciones que te ayudarán a enfrentar la ansiedad y el miedo.
Sabemos que para algunas personas es una tarea difícil. No obstante, si te sientes muy seguro de ti mismo, tu visita al odontólogo no será más que algo de rutina.
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