A la hora de elegir los implantes dentales como tratamiento para pacientes con ausencia de piezas hay que evaluar varios factores. Entre ellos, la cantidad y calidad de hueso y de esa forma saber si colocar implantes dentales cortos o largos.
Hoy en día existe una nueva gama de implantes dentales mucho más cortos. En ciertos casos, ellos permiten reponer esas ausencias sin la necesidad de regenerar el hueso faltante. Además, tienen las mismas cualidades que un implante mucho más largo.
El funcionamiento de un implante corto es favorable. Esto se debe a que se acortan los tratamientos y optimizan los procesos, puesto que se evita que el paciente pase por dos cirugías y la espera necesaria para valorar el éxito de una regeneración ósea previa.
Lo ideal a la hora de usar implantes dentales cortos es compensar la falta de altura con mayor grosor. En la actualidad se pueden encontrar implantes con 6.5 milímetros, los cuales permiten un mayor rango de posibilidades para su uso.
Según un trabajo publicado en la International Journal of Implant Dentistry, “la estabilidad del implante muestra altos valores de estabilidad inicial y secundaria. El sistema podría presentar una extensión de la rehabilitación funcional al grupo de pacientes de edad avanzada con una altura ósea vertical limitada”.
Sin embargo, para su uso se deben hacer evaluaciones adecuadas a cada caso, ya que no todos los pacientes califican para implantes cortos, de modo que el éxito de su colocación será parte de la pericia del especialista.
Beneficios de implantes cortos
Reemplazar un diente con un implante corto resulta vital para mantener la salud general y la función de los dientes circundantes. En ese sentido, el uso de este implante hace que se evite la pérdida de hueso de la mandíbula en esa área.
Los implantes dentales cortos también son muy fuertes y proporcionan una sensación lo más cercana posible a un diente propio. Además, este tipo de implantes reducen el impacto del diente perdido en los dientes circundantes.
Por otra parte, al colocar implantes dentales de este tipo elimina las posibilidades de pérdida de nutrientes al ingerir alimentos, ya que funciona como un diente natural. Por ser tan fuerte, se puede ingerir cualquier tipo de alimento.
Asimismo, los pacientes eligen el uso de implantes cortos ya que su colocación es mucho más sencilla. Se trata de una intervención ambulatoria, que sólo requiere de anestesia local.
En cuanto al dolor tras la colocación del implante, más fuerte es el dolor por extracción que por la adaptación del implante con el hueso.
Muchas personas tienen una molestia muy leve, sangrado o hinchazón, que pueden tratarse en casa con atención cuidados básicos y medicamentos de venta libre, y normalmente pueden regresar al trabajo uno o dos días después de la intervención.
Entre la primera y la segunda cirugía se recomienda esperar algunas semanas, ya que el implante debe adaptarse al hueso. Este crecimiento de los huesos alrededor de la pieza implantada puede inducir dolor por algunas semanas. Esta incomodidad se puede controlar con medicamentos de uso personal.
Riesgos
Generalmente el funcionamiento total tras la colocación del implante no demora más de tres meses. Sin embargo, hay factores de riesgo a considerar. En principio, lo peor que puede pasar en casos de colocación de implantes es que el mismo fallara o fuera rechazado por el cuerpo.
Casos como estos se pueden evidenciar luego de un año de colocación. De hecho, menos del 1% presenta este tipo de riesgo, pero debe ser considerado como una posibilidad por el paciente.
De igual manera, el lugar donde se coloque el implante puede sufrir algunos efectos secundarios que se deben considerar. Implantes colocados en la mandíbula superior tienen mayor posibilidad de falla que los de la mandíbula inferior. De hecho, los mejores resultados se encuentran en la mandíbula inferior en la zona
frontal. Sin embargo, no es un caso perdido, según la International Journal of Implant Dentistry cuando un implante falla puede ser sustituido en un segundo intento.
¿Quién es candidato?
El paciente ideal para un implante corto y que además pueda ser totalmente funcional en corto plazo es aquel que tenga la cantidad y condición del hueso idóneos en el área donde se colocará la pieza.
Con la pérdida de una pieza dental, el área de la mandíbula sin el diente sufre naturalmente una “reabsorción”, o un adelgazamiento, del hueso en ese lugar. Pacientes que tengan menos hueso disponible para colocar implantes tienen mayor probabilidad de que el implante no tenga el funcionamiento y éxito adecuado.
Sin embargo, para casos donde no hay suficiente hueso para colocar el implante, se hace un injerto óseo, esto último sólo para casos estrictamente necesarios, ya que requiere una recuperación mucho mayor a la esperada.
El injerto se debe realizar de 4 a 8 meses antes de la colocación del implante. No obstante, esto no garantiza el éxito de la intervención, por lo que lo ideal es aplicar esta técnica en pacientes que no requieran cirugías extra.
Lo importante a destacar es que, con este tratamiento de implantes dentales cortos, se añade una nueva opción a la rehabilitación dental sobre todo para el momento actual en que las personas buscan métodos más efectivos y más rápidos en cuanto a recuperación se refiere.
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