En el mundo estamos destinados a sentir muchas cosas, gracias a que nuestro entorno es percibido por los diferentes sentidos receptores de estímulos, conectados al cerebro a través del sistema nervioso. Entonces, ¿ya sabes de qué hablamos?
Haremos esto mucho más fácil, los cinco sentidos receptores para los estímulos externos son: el oído, el gusto, el tacto, el olfato y la vista, imprescindible para ver la belleza de nuestro mundo.
Si bien es un sentido bastante avanzado de innumerables ventajas, su fragilidad ante las circunstancias es bastante evidente. Por ello merece y amerita un cuidado estricto y meticuloso toda nuestra vida.
Sin embargo, el resguardo y atención a nuestros ojos se suele pasar por alto muchísimas veces, generando problemas a corto y largo plazo.
Pensemos un poco
Es normal que no suela pasar por nuestra mente la ventaja que tenemos hoy en día por nuestra vista. Entonces, por un momento imaginemos que hemos pasado nuestra vida viendo perfectamente, pero más tarde nuestra suerte ha cambiado.
Hemos perdido la visión total o parcial. Ahora, piensa en los cambios que eso provocaría: caminar a ciegas, no ver nunca más tu serie o película favorita, no mirar el crecimiento de tu hijo, por decir lo menos.
Terrible, ¿no es así?
Por ello decidimos dedicar el tema al cuidado ocular, promoviendo métodos sencillos y preventivos, tan simples como los lentes de seguridad, que imposibilitan un daño directo a este maravilloso sentido, receptor diario de estímulos gráficos.
Lesiones oculares más comunes
Los resultados arrojados por la organización Prevent Blindness America estimó que anualmente se producen 2.4 millones de lesiones oculares solo en Estados Unidos. ¿Te imaginas esa estadística a nivel mundial? Serían números bastante elevados si consideramos que más de un millón de personas en el país americano perdió la visión total o parcial por lesiones oculares. Estas estadísticas permiten inferir que con métodos preventivos básicos, como los lentes de seguridad y recomendaciones previas antes de cualquier actividad, se limitarían las posibles lesiones oculares más comunes.
Responsables de las lesiones
Seguramente estarás pensando para qué tipo de actividad se deben proteger los ojos. En realidad, son múltiples las rutinas diarias a las que estamos sometidos que fácilmente terminarían enviándonos de emergencia con el oftalmólogo.
Los objetos voladores o aquellos que con facilidad son desplazados por el aire tienden a incrementar los casos por lesión ocular.
Estos elementos pueden descomponerse en fragmentos reducidos de metal, plástico en incluso vidrio. También elementos como el polvo, arena o soluciones químicas.
De igual modo con aquellos más comunes que encontraremos en la despensa de nuestro hogar, como aceite, vinagre o aquellos utilizados para la limpieza.
Oftalmólogos
han recomendado el uso de lentes protectores para la manipulación de estas sustancias. Hacerlo reduciría considerablemente las estadísticas expuestas anteriormente.
Artículos con más índices de lesiones:
- Rizador de pestaña.
- Cepillos y aplicaciones cosméticas.
- Uñas largas o postizas.
- Mala aplicación de los lentes de contacto.
- Caídas o golpes.
- Juguetes solidos con bordes punzantes.
Sin embargo, para la mayoría de los casos las recomendaciones sugeridas son las consultas regulares con tu oftalmólogo, esto garantizaría la ausencia o reducción paulatina de estos inconvenientes.
Evita las distracciones al momento de manipular cualquier material o artefacto que implique una posible lesión. No te dejes llevar por la tentación de sobrellevar tareas mezcladas cuando trabajes con alguno de los mencionados. Usa lentes protectores para cualquiera de los casos.
¿Qué hacer ante una lesión?
Lo primero que debes hacer es conservar la calma y llamar a su optometrista u oftalmólogo de confianza, el especialista será quien le sugiera los próximos pasos a seguir.
Existe la posibilidad de que el oftalmólogo recomiende enjuagar de inmediato el ojo en agua purificada o alguna solución salina para evitar la resequedad e irritación. Adicionalmente te indicará el centro de salud que mejor procese su caso.
Si usas lentes de contacto deberás informárselo al profesional, él estimará su remoción o no. Si trabajas con productos químicos, asegúrate de tener cerca una zona de lavado, todo en caso de que un fragmento o gota de esta sustancia entrara en contacto con tus ojos.
De suceder algún accidente, enjuagarlos por un par de minutos lograría reducir los daños o riesgos oculares.
Tomar este asunto en serio te brindará una vida sana y tranquila, recuerda que los ojos forman parte imprescindible de tu vida, su ausencia significaría cambios drásticos y desfavorables.
Lentes de seguridad
Hoy lo más seguro es que termines este artículo con una mentalidad centrada en el cuidado ocular, por ello querrás saber todas las características evidentes cuando de protectores se trata. Entonces, deberás considerar ciertas cosas antes de adquirirlos y aquí aclararemos eso.
Lo más recomendable es conseguir lentes de policarbonato, usualmente son más resistentes a impactos y poseen una mejor calificación de seguridad y confianza.
Asegúrate de que el marco de las gafas tenga un grosor o resistencia adecuada, cualquier impacto en ella determinará una sorpresa o un accidente.
Si tu rutina es bastante activa y estás expuesto al aire libre, lo mejor será usar lentes de sol o fotocromáticos con clasificaciones en estándares de seguridad.
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