Envejecer es sin duda el ciclo natural de la vida, y con el paso de los años no solo nuestro organismo lo va haciendo, también nuestros huesos y dentadura. Al llegar a cierta edad el cuidado y atención tiende a variar, se hace más constante y meticuloso.
El desgaste de los dientes y encías con los años se hace notorio, esto es un problema que afecta a todos por igual al comenzar la tercera edad. Sin una atención oportuna las consecuencias del desgaste dental serán evidentes, y muchas veces irreversibles.
En algún momento comenzaremos a sentir el desgaste y debilidad en nuestros dientes, todo forma parte de un proceso natural que se puede sobrellevar con tranquilidad.
Sin embargo, hace falta un chequeo más regular con el dentista y una higiene bucal más acentuada.
Gracias a los avances odontológicos hay maneras de reducir el desgaste natural de nuestros dientes y encías producidas por los años, y aquí hemos desarrollado para ti la información que estabas buscando, ésa que sin duda aclarará tus preguntas acerca de los cambios bucales a medida que envejeces.
Cambios bucales que debes tomar en cuenta
Como te acabamos de comentar, los cambios en tu cuerpo y en tu boca corresponden a un factor de edad y uso, por ello te recomendamos prestar atención a esta información, hacerlo cambiaría en gran medida el envejecimiento en nuestros dientes y encías.
Con el pasar de los años el desgaste del esmalte es inevitable. Esto es producido por la masticación y por todos los procesos a los que están sometidos nuestros dientes, sea de impacto suave o fuerte.
Sin embargo, no solo el desgaste es evidente en nuestras piezas dentales por causas naturales. En gran medida, las roturas o traumas dentales producidos por golpes suele comprometerlos en principio y a futuro. La erosión de los dientes irá disminuyendo poco a poco la capa protectora.
El esmalte es una capa protectora necesaria en nuestros dientes. Está hecho del compuesto más fuerte de nuestro cuerpo, llamado hidroxiapatita. Si esta cubierta se desgasta o pierde, se debe recuperar con procesos artificiales.
Combata el desgaste
Lo mejor que puedes hacer antes de sentir los efectos ocasionados por los años, es tomar en cuenta tus hábitos rutinarios. Los malos hábitos pueden acelerar los daños sobre los dientes y el esmalte.
Hábitos que consideramos normales como masticar hielo, rechinar nuestros dientes o el mordisqueo inofensivo a nuestros lápices comenzará a pasar factura, tanto como los golpes por actividad física.
Los alimentos también juegan un rol muy importante, por ello debemos controlarlos en gran medida. Los jugos cítricos, el refresco y también el habitual café son productos dañinos que aumentan en gran medida el desgaste en nuestro esmalte.
De hecho, el ácido de estas bebidas reduce la cubierta protectora de nuestros dientes.
Sustituye estas bebidas por agua. De lo contrario, cepilla tus dientes, no de inmediato, sino 30 minutos después de haberlos consumido, así evitarás que los ácidos se alojen en tus dientes y comiencen a desintegrar gradualmente el esmalte.
Sequedad en la boca
La resequedad de la boca es un signo normal del envejecimiento y afectará considerablemente a nuestros dientes y encías. La ausencia de saliva es terriblemente perjudicial. Este líquido es necesario para lubricarlos y ayuda a la eliminación de alimentos y bacterias almacenadas en nuestra boca.
Sin la saliva las complicaciones en nuestra salud bucal serán irreversibles. Su presencia ayuda a los tejidos blandos de nuestra boca, como encías, lengua y mejillas. Con una boca seca estos elementos se resecarán e hincharán, lo que producirá irritación y heridas, y con ello posibles infecciones.
Si la resequedad en tu boca es constante, e incluso, normal para ti, lo mejor será consultarlo con tu médico de confianza. Es posible que sea producido por alguna enfermedad o medicamento.
Para evitar estos daños en tu salud, asegúrate de beber agua frecuentemente durante el día. Cuando lo hagas, intenta retenerla en tu boca unos segundos o el tiempo que aguantes para humedecer los tejidos blandos y lubricar sus dientes.
Salud en sus encías
Las encías son extremadamente importantes para la salud bucal en general, estas otorgan el anclaje que nuestros dientes requieren. Además, son una barrera protectora de bacterias perjudiciales para nuestros dientes e incluso para nuestro cuerpo. Con los años suelen desgastarse o hacerse más vulnerables a las infecciones. Evitar el cigarrillo reducirá en gran medida el desgaste prolongado. Cuando fumamos amenazamos directamente la integridad de nuestros dientes y encías, disminuyendo la capacidad de su sistema inmunológico para tratar a las infecciones. A medida que envejecemos se vuelven más vulnerables. Es recomendable suspender el consumo de cigarrillos y el cepillado constante entre comidas con cremas dentales ricas en flúor, así dejarás sin oportunidades a las bacterias e infecciones que afectan directamente la salud de tu boca.
El cáncer oral
Con la edad, el riesgo de padecer esta enfermedad se incrementa. Según las estadísticas arrojadas por los Centros de Tratamiento de Cáncer de América, esta enfermedad suele afectar a las personas mayores de 55 años de edad, en su mayoría a los hombres.
Sin embargo, el centro establece que no solo es producida por la edad, también por las complicaciones producidas por el VPH, así como el uso de tabaco, alcohol y otros factores contribuyentes al desarrollo de esta patología.
Dicho esto, es recomendable que hagas más frecuentes tus consultas a las clínicas dentales, tomando en consideración el envejecimiento y vulnerabilidad a las enfermedades bucales.
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