Cuidar de los ojos es más importante que hacerlo con el resto de los órganos que conforman nuestro organismo. Pero con nuestra vista ocurre algo bastante peculiar, pues a veces los descuidamos un poco, o simplemente caemos en prácticas que no le hacen bien y debemos pagar las consecuencias.
Son muchas las enfermedades que los afectan, es nuestro deber mantenerlas a raya, así evitaremos problemas que conlleven a pasar por el quirófano, en caso de situaciones extremas. Ante esto, es recomendable tomar cartas en el asunto y espantar esos males que aquejan a nuestros globos oculares.
En niños es frecuente que las distracciones habituales como el televisor, computador, teléfonos o tabletas hagan mella en su vista. Uno de esos padecimientos es el astigmatismo.
Qué es el astigmatismo
El astigmatismo es una enfermedad ocular que se origina ante la aparición de más de un punto de enfoque sobre los objetos, generando problemas para visualizar adecuadamente la pieza en cuestión.
Frente a esta situación que influye directamente desde la retina, se debe graduar la vista para su óptimo enfoque.
Si alguien en tu familia lo padece, existe posibilidad de que tú también lo padezcas, pues se trata, en parte, de una enfermedad que se transmite genéticamente.
Tipos de astigmatismo
- Simple. Estos cubren aquellos en los que los más pequeños sufren una de las dos principales enfermedades visuales: miopía e hipermetropía. Sin embargo, lo determina cuando uno de los dos meridianos hace su trabajo de enfoque, mientras que el otro presenta fallas.
- Compuesto. También se relaciona con la miopía e hipermetropía, pero en este caso hay inconvenientes detrás de la retina.
- Mixto. La ubicación implica problemas, pues un meridiano se encarga de enfocar por delante y otro en la parte trasera de la retina.
Cómo se manifiesta
En ocasiones, el paciente suele no presentar señales ni síntomas de que la enfermedad está manifestándose, pero cuando lo hace debes tomar en cuenta lo siguiente:
- Dificultad para enfocar. El origen de todo y la más clara señal, ya que de esto va la enfermedad, de aquellos problemas visuales relacionados con el astigmatismo. Cuando una persona tiene este padecimiento, suele cerrar ligeramente los ojos para detallar con exactitud las cosas a su alrededor.
- Cansancio. Aparece luego realizar una actividad que, normalmente, no debería generar agotamiento (leer, por ejemplo). Además, la vista suele hacerse más lenta y perderse en los detalles.
- Dolor de cabeza. Tras hacer estas actividades, o estar frente a la pantalla, el niño manifiesta frecuentemente dolores de cabeza. Esto se debe a que la zona ocular trabaja con mayor exigencia debido a los efectos del astigmatismo.
- Sensibilidad. Los ojos ya no parecen tan saludables como antes, lo cual se manifiesta con sensaciones de ardor, incluso picazón.
- Embarazo. Desde su proceso de gestación, la madre debe tomar en cuenta si alguna molestia la aqueja, ya que podría derivar en alguna enfermedad para el bebé. La toxoplasmosis ocular es una de ellas, y afecta principalmente a la retina, ya que se produce una severa inflamación en la capa media del globo ocular.
- Lagrimal. Si el niño lagrimea con frecuencia, es probable que esté atravesando por los inicios del astigmatismo.
- Estrabismo. El desvío de la vista puede estar acusada por esta enfermedad.
Qué hacer ante la presencia de la enfermedad
Como ocurre con cualquier otra enfermedad, debemos recordar que si es detectada a tiempo muy probablemente se pueda corregir.
Si el niño presenta alguno de los síntomas, aconsejamos que lo lleves con un especialista, quien hará todos los estudios necesarios para saber en cuál etapa puede encontrarse el paciente y a partir de ahí comenzar con el tratamiento.
Por lo general, se realiza una retinoscopía. Frente a la luz, el doctor se encargará de colocar una serie de lentes para verificar el estado de la zona.
De igual forma, así el joven presenta una vista en óptimas condiciones, lo mejor es pautar visitas anuales, incluso dos al año, con el oftalmólogo. Como ya lo señalamos, existen casos en los que el padecimiento no se refleja con mayor impacto, pero no por eso deja de desarrollarse en el organismo.
Tratamiento para el astigmatismo
En primera instancia, el astigmatismo, sobre todo en niños, suele tratarse luego de que el especialista recete una fórmula para el uso de lentes.
Esto es algo similar para quienes han pasado por otros problemas frecuentes en los ojos, como miopía e hipermetropía.
Cada ojo podría situarse en medidas distintas de enfoque, lo que obligará a que lo indicado se cumpla al pie de la letra.
Ante esto, el trabajo de las ópticas es fundamental para dar con el lente referido para cada caso, evitando mayor desgaste y a su vez que empeore la enfermedad.
Además de los lentes de montura están los lentes de contacto, pero por su delicadeza y manera de manipular, se recomienda evitarlos en niños. ¿Cirugía? Si lo aconseja el médico, es una opción posible. La refractiva es la más popular y efectiva, pues se usa un láser para tener impacto directo sobre la córnea y así lograr que la imagen del objeto finalmente se forme sobre la retina.
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