Una investigación desarrollada por el National Eye Institute (NEI), con la intención de ayudar a los pacientes y sus familiares que buscan información general sobre el astigmatismo, determinó que el cuidado profesional de los ojos se debe realizar constantemente, lo ideal es consultar un oftalmólogo que esté familiarizado con tu historial médico.
El astigmatismo es un tipo común de error refractivo. Esta es una condición en la cual el ojo no enfoca la luz uniformemente sobre la retina, el tejido sensible a la luz en la parte posterior del ojo.
Asimismo, la refracción es la flexión de la luz cuando pasa a través de un objeto a otro. En este sentido, la visión se produce cuando los rayos de luz se doblan refractados a medida que pasan a través de la córnea y la lente del ojo. Esta luz se centra en la retina, que a su vez convierte los rayos de luz en mensajes que son enviados a través del nervio óptico al cerebro. El cerebro interpreta estos mensajes y la representa en las imágenes que vemos.
¿Cómo ocurre el astigmatismo?
El astigmatismo ocurre cuando la luz se dobla de manera diferente dependiendo de donde golpea la córnea y por donde pasa a través del globo ocular. La córnea de un ojo normal es curvada como una bola de billar, con el mismo grado de redondez en todas las áreas.
Un ojo con astigmatismo tiene una córnea que se curva no muy uniformemente, digamos como un balón de fútbol americano, con algunas áreas que son más pronunciadas o más redondeadas que otras. Este tipo de fenómenos puede hacer que las imágenes aparezcan borrosas y estiradas.
El astigmatismo puede afectar tanto a niños como a adultos. Algunos pacientes con astigmatismo leve no notarán mucho cambio en su visión, por ello, es importante someterse a los exámenes oculares recomendados por los especialistas para detectar cualquier astigmatismo temprano en los niños. La detección temprana de la enfermedad puede contrarrestarse con tratamientos adecuados que permitan eliminar riesgos mayores.
Signos y síntomas del astigmatismo
Los signos y síntomas incluyen: dolores de cabeza, fatiga visual, control deficiente de los músculos oculares (bizco), visión distorsionada o borrosa al ver imágenes de cualquier distancia, o dificultad para conducir por la noche. Si en algún momento experimentas alguno de estos síntomas, lo más recomendable es que visites a tu oftalmólogo de confianza.
¿Cómo se diagnostica el astigmatismo?
Si usas gafas o lentes de contacto y aún tienes estos problemas, lo más probable es que necesites una nueva receta. El astigmatismo generalmente se puede detectar durante un examen completo con la vista dilatada. Debes ser consciente ante cualquier cambio en tu visión es muy importante, ya que puede ayudar a detectar cualquier problema de visión común.
Si nota algún cambio en tu visión, lo recomendable es que visites a tu profesional de la vista para un examen completo con los ojos dilatados, y que es posible tener astigmatismo leve y no saberlo. Esto especialmente ocurre en ciertos niños, que no son conscientes si su visión es normal.
Algunos adultos también pueden tener astigmatismo leve sin padecer ningún síntoma, por ello es necesario e importante realizarse amplios exámenes con la vista dilatada para asegurarse de que sufre esta enfermedad. Una atención temprana de esta enfermedad puede evitar males mayores, como la pérdida total de la vista o el desprendimiento de la retina.
¿Cómo se corrige el astigmatismo?
El astigmatismo se puede corregir con anteojos, lentes de contacto o cirugía. Sin embargo, los estilos de vida individuales afectan la forma en que se trata el astigmatismo. Las gafas son la forma más sencilla y segura de corregir el astigmatismo, para cada caso el oftalmólogo prescribirá los lentes y las formulas apropiadas para ayudarle a ver lo más claramente posible.
Por su parte, los lentes de contacto trabajan individualmente convirtiéndose en la primera superficie refractiva para los rayos de luz que entran en el ojo, causando una refracción o foco más preciso. En el mayor de los casos, los lentes de contacto te brindan una visión más clara, un campo de visión mucho más amplio y una mayor comodidad al momento de utilizar tu sentido de la vista.
Estas son opciones seguras y eficaces si se colocan y utilizan correctamente. Sin embargo, en alguno casos los lentes de contacto no son adecuados para todas las personas, por lo que es recomendable que acudas a tu oftalmólogo de confianza para te recomiende al tratamiento que mejor se adapte a tu padecimiento.
Y finalmente, la cirugía refractiva que tiene como objetivo cambiar la forma de la córnea de manera permanente. Este tipo de cambio en la forma del ojo restaura y amplia el poder de enfoque del ojo, permitiéndole que los rayos de luz se enfoquen con precisión en la retina con el fin de mejorar la visión. Hay muchos tipos de cirugías refractivas, pero la mejor forma de saber cuál es la adecuada para ti es visitando a un especialista ocular.
La visión es uno de los dones esenciales con los que cuenta el ser humano, cuidarlo y protegerlo de este tipo de enfermedades debe ser uno de los objetivos esenciales, por ello es recomendable que visites a un oftalmólogo al menos una vez al año.
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