Todos hemos visto actores, músicos y otras celebridades en la televisión con sonrisas blancas y perfectas. ¿Cómo han conseguido tal logro? Pues, al igual que el resto de nosotros, las celebridades no nacieron con dientes perfectos, sus sonrisas blancas y brillantes se deben a su Dentista.
Puede ser tentador querer una sonrisa similar para tu propia boca, pero las carillas dentales no son para todos. Por ello, en este artículo cubriremos brevemente este tema, hablando tanto de qué son, como de cuáles son los pros y contras que esto conlleva, para que puedas de esta forma decidir si las carillas dentales valen o no la pena.
¿Qué son las carillas dentales?
Son piezas delgadas de porcelana que se moldean para adaptarse a tus dientes y luego se adhieren a la parte delantera de este con el objetivo de mejorar su apariencia. También pueden ser de resina u otros materiales compuestos.
De cualquier manera, el objetivo de una carilla es cambiar el tamaño, el color y/o la forma de tu diente. Se utilizan con mayor frecuencia en:
- Dientes descoloridos por tratamientos de conductos u otros procedimientos
- Dientes astillados o rotos
- Dientes con forma irregular
- Dientes con espacios entre ellos (distemas)
- Cualquier otro problema dental que resulta en una pérdida de auto-confianza
Las carillas dentales suelen durar de 7 a 15 años antes que necesiten ser reemplazadas.
El costo de estas usualmente supera los 2,000 pesos mexicanos, y generalmente no son cubiertas por un seguro dental, pues se consideran un procedimiento cosmético.
Ventajas de las carillas
El beneficio más obvio es el aumento de confianza que viene de tener una sonrisa perfecta. Las carillas también se moldean específicamente a tus dientes, haciéndolas casi imposible de diferenciar.
Estas se adhieren a tus dientes más allá de la forma que estos tengan, lo que significa que no es necesario realizar ningún tipo de perforación u otro procedimiento en la mayoría de los casos. No requiere tampoco ningún mantenimiento especial, sólo el cepillado y el uso de hilo dental como usualmente haces.
Las carillas pueden hacer que cualquier diente se vea brillantemente blanco, sin embargo, puedes seleccionar cualquier tono (de blanco) que desees; es decir, si quieres puedes optar por algo más cercano a tu color natural para que el cambio no sea tan evidente.
Desventajas de las carillas
Todos, esas ventajas hacen que la idea de empezar a usar carillas dentales suene excelente, ¿verdad? No obstante, hay algunas otras cosas a considerar antes de tomar la decisión final.
Las carillas no cambian de color una vez hechas. Mientras que el resto de tus dientes, naturalmente, cambia con el tiempo, la carilla no, lo que puede significar una cierta discrepancia en tu sonrisa. Sin embargo, con visitas regulares al dentista puedes mantener este problema al margen y asegurar que tu sonrisa permanezca de un color uniforme durante el tiempo que uses carillas.
A su vez, debido a que la porcelana es muy delicada, las carillas dentales son también más propensas a desprenderse y agrietarse que las coronas o calzas. No se recomiendan para personas con hábitos como morderse las uñas, rechinar los dientes, o masticar hielo. Pero estos hábitos son corregibles si se tiene la disposición para ello, y tener una sonrisa más agradable puede valer la pena a largo plazo.
Por último, los dientes pueden todavía caerse aún con una carilla puesta, lo cual puede conducir a problemas posteriores más adelante. No se recomienda su uso si tienes un historial de esmalte debilitado, enfermedad de las encías u otras condiciones dentales. Si este es tu caso, tu dentista puede recomendar otras opciones de tratamiento para arreglar los dientes rotos o faltantes.
El proceso de para colocarse carillas
Ahora que sabes algunos de los pros y los contras de esta elección cosmética, si te decides a intentarlo, ten en cuenta que el proceso entero se puede terminar típicamente en el consultorio de tu dentista. Tu odontólogo tomará radiografías y hará impresiones de los dientes en los que se colocarán las carillas.
Las carillas dentales se hacen en un laboratorio y tardan generalmente de 1 a 2 semanas para estar listas, a partir de la consulta inicial; también pueden colocarte carillas temporales, si es necesario, mientras esperas hasta poder colocarte las permanentes.
Con el fin de colocarla, tendrá que ser eliminado alrededor de un milímetro de esmalte de los dientes. Esto es mucho menos que lo que se quita para una calza o una corona. El diente también será limpiado, pulido y grabado para permitir que el adhesivo de la carilla se adhiera correctamente. El dentista entonces aplicará un cemento especial a la misma y lo colocará en tu diente. Una luz especial se utiliza para secar el cemento rápidamente, creando una unión. A partir de ahí, se pueden hacer ajustes según sea necesario. La mayoría de los dentistas te pedirá que regreses para una cita de seguimiento una semana o dos después de colocarte las carillas para comprobar cómo se están asentando en tu boca, y determinar si se necesitan ajustes adicionales.
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