Si has perdido algunos dientes y no los ha reemplazado con implantes dentales, o si tienes dificultades para recurrir a una prótesis, es tentador intentar comer sin ellos. Con el tiempo, incluso podrías llegar a ser bueno en eso. Sin embargo, si bien este enfoque parece conveniente, comer sin dientes, o peor aún, sin dentadura, es peligroso para la boca y para el resto de tu cuerpo. Así que antes de que tú (o alguien que conozcas) no presten atención a este problema y coman sin algunas piezas dentales como si nada, por favor, consideren los riesgos para la salud que esta práctica acarrea.
Problemas en las encías y mandíbula
Cuando tratas de masticar sin dientes, tus encías y mandíbula tienen que trabajar aún más duro para asegurar que los alimentos estén lo suficientemente triturados como para ser tragados.
Como dato interesante, es bueno acotar que la fuerza de la mordedura de nuestros dientes naturales es de alrededor de 14 a 17 kg/cm2 de fuerza, mientras que la fuerza de nuestra mordedura con dentadura postiza es de aproximadamente 3.5 kg/cm2. Esto significa que las dentaduras postizas son mucho menos potentes que nuestros dientes naturales, aunque este es definitivamente uno de aquellos casos en que aplica bien la frase: “Es mejor que nada”.
Con el tiempo, tus dientes y encías empezarán a doler, irritarse y tener que trabajar mucho más duro para procesar adecuadamente los alimentos, incluso alimentos más suaves que no parecen requerir mucha masticación. Esto conduce a problemas más graves como la ATM (Articulación Temporomandibular) y las encías infectadas.
La mandíbula también está en un estado constante de flujo y cambia en respuesta a la presión ejercida sobre los dientes o dentaduras postizas. Sin esta presión, el hueso se debilita con el tiempo y es más propenso a fracturas.
Ahora, existen una gran cantidad de recetas por ahí para batidos, purés y otros alimentos que dicen ser seguros para el consumo de personas sin dientes o que carezcan de algunas piezas dentales. Esto es técnicamente cierto, pero esta dieta sólo está pensada para ser seguida por períodos cortos de tiempo, es decir, el período entre cuando se extraen los dientes naturales y las dentaduras postizas estén ya listas y puedan utilizarse.
Problemas gastrointestinales
Nuestro sistema digestivo conlleva para su correcto funcionamiento un proceso complejo y multi-órgano donde todas las piezas deben caer en su lugar para que ocurra el resultado esperado. Todo el proceso comienza en la boca, y enviarle algo que no esté bien triturado (no masticado correctamente) es sinónimo de tomar el riesgo de sufrir complicaciones más adelante en nuestra vida si se realiza de forma recurrente.
Cuando los alimentos no se mastican bien y los fragmentos de estos son demasiado grandes para que se descompongan correctamente, se produce una digestión incompleta. Cuando esto pasa, no sólo los nutrientes no se extraen de los alimentos, sino que los alimentos no digeridos también se convierten en forraje para bacterias en el colon. Esto conduce al crecimiento bacteriano, flatulencia, y otros síntomas de la indigestión.
Comer una dieta compuesta de alimentos que ya han sido procesados lo suficiente como para no requerir ser masticados no es mucho mejor ya que tu cuerpo no tiene la oportunidad de absorber los nutrientes a través del proceso de masticación.
La masticación también está directamente relacionada con el movimiento de los alimentos a través de tu tracto digestivo y, en particular, con el movimiento del alimento desde el estómago hasta el intestino delgado. La saliva en el proceso de masticación ayuda a relajar el píloro, (un pequeño músculo en el extremo inferior del estómago) lo suficiente como para permitir que los alimentos pasen al intestino delgado y a través de tu tracto digestivo.
El proceso de masticación también avisa al resto del sistema gastrointestinal que el proceso digestivo ha comenzado. Estimula los receptores del gusto en la boca, que transmiten mensajes al estómago para comenzar a producir el ácido para ayudar con la digestión una vez que el alimento lo alcanza. También avisa al páncreas que debe comenzar a producir las enzimas que se pasan en el intestino delgado para ayudar allí con el proceso digestivo.
¿Qué puedes hacer?
Comer sin dientes ni dentaduras postizas causa serios problemas a corto y largo plazo. Los dientes juegan un papel importante en tu cuerpo y tratar de vivir sin ellos no es precisamente un buen plan a largo plazo. Hay muchas razones por las que tú (o alguien cercano) podría estar tratando de comer sin problemas cuando le faltan piezas dentales. Ya sea debido a las finanzas, vergüenza, o cualquier otro motivo. Sin embargo, la mejor solución es acudir a tu dentista para que te ayude con tu problema, pues al final del día es él o ella la persona más calificada para darte un diagnóstico adecuado a tu caso y ayudarte a encontrar la solución dental que mejor se adapte a tus necesidades. No tengas miedo y da un paso adelante, en el futuro te agradecerás a ti mismo/a haber tomado la decisión correcta.
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