Desde hace décadas ha estado presente una interrogante que cuestiona si es apropiado o no tomarles radiografías dentales a los niños, basándose únicamente en su edad o etapa de desarrollo dental sin preguntas específicas o motivos de preocupación.

Pero cuando hablamos de los rayos X es importante basarse en el principio de ALARA “As Low As Reasonably Achievable” que significa «Tan bajo como sea razonablemente posible”, de esta forma es posible minimizar la exposición de los rayos al máximo teniendo en cuenta que hay momentos donde las radiografías dentales son totalmente necesarias y beneficiosas.

¿Cuáles preocupaciones rondan este tema?

En pocas palabras lo niños son más sensibles a la radiación que los adultos, por lo tanto el riesgo de cáncer por dosis unitaria de radioterapia es mayor en infantes. Debes tomar en cuenta que no es la radiación de una radiografía lo que conduce al cáncer sino una vida repleta de exposición a este tipo de tecnologías.

Cuanto más joven sea el niño más tiempo tiene para que los efectos de la exposición a la radiación se manifiesten en su cuerpo, pero actualmente se han desarrollado diferentes tecnologías que tienen ajustes en cuanto a la exposición para niños y adultos reduciendo así los efectos secundarios a futuro, así que la próxima vez que le realicen una radiografía dental a tu hijo asegúrate que utilicen unidades de rayos X modernas ya que tienen los ajustes necesarios por edad, al cuidar la salud bucal de los pequeños de la casa todos los detalles cuentan.

Historias reales: Pros y contras de los rayos X

Un doctor americano de 32 años expuso recientemente su opinión al respecto en una entrevista realizada por estudiantes de Harvard:

“Hace 1 año me rompí las costillas haciendo snowboard, el médico que me atendió quería tomarme una radiografía de tórax, le pregunté ¿Por qué? y respondió que la radiografía era para confirmar el diagnóstico. El problema es que la cura para las costillas rotas es básicamente hacer nada porque debes descansar y esperar a que los huesos se curen, al discutir esto con mi médico decidimos que no había ningún beneficio real de tomar la radiografía para confirmar el diagnóstico, tenía todos los síntomas de las costillas rotas y confirmarlo no cambiaría en nada el tratamiento, así que opté por no hacerme ninguna radiografía, descansar y esperar a que la fractura consolidará”.

Pero al mismo tiempo no hay que llegar a los extremos porque existen casos donde una radiografía podría salvarle la vida a una persona, por ejemplo un paciente que es sobreviviente de cáncer, tiene gripe, tos y termina rompiéndose las costillas, sería un caso perfecto para que el médico ordene una radiografía porque las costillas fracturadas podrían ser una signo de que el cáncer se ha extendido por el cuerpo (metástasis), pero también podría indicar que sólo se trata de una simple tos y moco excesivo, este es un ejemplo claro donde el beneficio de hacerte una radiografía supera el riesgo de omitirla.

Al mismo tiempo los rayos X son una herramienta valiosa para diagnosticar enfermedades dentales, pero estas no deben ser parte de todos los exámenes de rutina sobre todo en niños y adolescentes. Diferentes especialistas en el área han hecho énfasis en no ordenar radiografías dentales en pacientes pediátricos a menos que se observen los siguientes signos:

• Caries dentales.
• Apiñamiento de los dientes.
• Dientes extras.
• Higiene bucal pobre.

Además las radiografías no tendrán la última palabra, también es importante revisar el historial completo del paciente incluyendo hábitos alimenticios, estilo de vida y realizar un examen oral detallado para determinar que sucede realmente.

¿Cómo tomar una decisión?

Primero que nada asegúrate que estas tratando con un odontopediatra certificado y más importante aún debes tener confianza en su trabajo, pero cada consultorio tiene recomendaciones diferentes en cuanto al tiempo de espera entre las radiografías dentales que por lo general van entre 6 meses o a un año.

Por otro lado debes comprender ¿Por qué el dentista la está recomendando? Olvida la pena e infórmate si existe otra forma de diagnosticar la patología sin usar rayos X, y ¿Qué pasaría si no toman la radiografía?

Una buena razón para tomarla es que el dentista de tu hijo sospeche de una caries dental en base a los síntomas y examen oral completo, así al tomar la impresión podrá ver la extensión de la misma y realizar el tratamiento dental adecuado antes que empeore y sea demasiado tarde llegando a perder sus dientes de leche.

Consejos:

• Asegúrate que la radiografía sea digital, estas tienen menos radiación que las convencionales.
• En caso que sea una radiografía convencional pregunta si usan película E en vez de D, la primera es más sensible a la luz y por lo tanto necesita menos radiación para exponer la película.
• Pregúntale a tu dentista si tiene un detector de caries dentales y si es posible usarlo primero, estos utilizan diferentes longitudes de luz para ver las caries sin la necesidad de realizar una radiografía dental, aunque algunos equipos son susceptibles al error humano y representan una buena alternativa en estos casos.
• Pregunta cuál es la verdadera razón para tomar la radiografía dental.