Cuando se habla sobre deportistas lo primero que llega a la mente son imágenes de entrenamiento, fuerza y disciplina; pero nunca piensas en la salud bucal de estos atletas, menos aún cómo las enfermedades dentales son capaces de afectar directamente su futuro en el mundo deportivo; aunque la base científica es limitada los estudios respaldan que desde el primer informe que se hizo en los juegos olímpicos de México 1968, los atletas presentaban problemas graves de salud bucal.
Este es un tema que no solo afecta las piezas dentales también genera dolor, inflamación y efectos negativos en la apariencia que se relacionan con alteraciones psicosociales teniendo consecuencias a largo plazo, son múltiples los factores que hacen susceptibles a este grupo en particular como el consumo constante de bebidas energéticas, supresión inmune inducida por el ejercicio, deshidratación, falta de priorización y consciencia sumado a comportamientos negativos. Sin embargo las enfermedades orales son totalmente prevenibles, es vital que se realicen estrategias de prevención y promoción en salud orientado a las necesidades de los deportistas élites.
Un ejemplo claro de que este tema se sitúa en segundo plano, es que en los juegos olímpicos del 2012 realizados en Londres solo el 30% de los atletas asistieron por consultas dentales, la mayoría prefería dirigirse a las revisiones musculo-esqueléticas, es lógico pensar que el cuerpo es el instrumento para lograr todos sus objetivos en este ámbito pero al descuidar su higiene oral hasta una simple carie puede sacarlos del juego, la mayoría de investigaciones se enfocan en los traumas orofaciales pero no en la salud bucal en general.
La atención y cuidado dental es proporcional a la edad de los participantes, esta teoría esta avalada por diferentes estudios las condiciones más comunes son caries dental, enfermedad periodontal, erosión dental y periocoronitis (infecciones alrededor de las muelas del juicio), según estadísticas mundiales los atletas afectados por caries dentales van desde un 15 al 75%, por periodontitis hasta un 15%, erosión dental 36-85% y pericoronitis de 5 al 39%, mientras que los traumatismos dentales rondan un 57%, los factores socioeconómicos no parecen ser decisivos ya que deportistas de países desarrollados o no presentan las mismas condiciones.
Las enfermedades orales tienen un gran impacto en la calidad de vida de las personas y sería sorprendente si no incidieran en el rendimiento de atletas de todas las disciplinas, el dolor es capaz de paralizar a cualquiera sin hablar de la inflamación sistémica que afecta la confianza y hasta socialización, no se trata solo de algo físico va mas allá logrando incidir de forma negativa en la psiquis del individuo.
Por otro lado la ingesta nutricional incluyendo la dieta habitual, bebidas deportivas y suplementos determina múltiples condiciones en el atleta, la mayoría de entrenamientos son acompañados de bebidas energizantes que contienen altos niveles de ácidos y sustancias artificiales, estos dañan el esmalte dental aumentando los niveles de erosión, al contrario de la ingesta de carbohidratos que apoya la aparición de caries dentales.
Algunos suplementos deportivos también afectan la salud oral, es importante hacer un estudio previo y estar consciente de su composición para asegurar que tú salud no estará en riesgo.
En varios deportes el peso corporal, la composición y estética son factores cruciales para el atleta, aumentando el riesgo de sufrir trastornos de la alimentación, el odontólogo durante una revisión de rutina es capaz de detectar desordenes alimenticios, por medio de la presencia de erosión dental en la mayoría de los casos se debe a la bulimia, por esto son tan importante las revisiones frecuentes y muchos pueden evitarlas para no tener problemas con los entrenadores, ya que es evidente observar los primeros signos de trastornos alimenticios.
Un dato interesante es que la deshidratación y secado local de la boca durante la actividad deportiva podría aumentar el impacto de los carbohidratos sobre los dientes, aumentando el riesgo de sufrir caries y además las bebidas ácidas pueden generar una mayor erosión mediante la reducción del flujo salival y por lo tanto alterar las propiedades protectoras de la saliva, estas incluyen la actividad antimicrobiana no específica y específica ( también es importante en la protección contra las enfermedades periodontales) y los efectos remineralizantes y protección inmunoinflamatoria.
Las enfermedades orales son prevenibles por medio de intervenciones sencillas como el uso de pastas dentales con flúor, otras preparaciones tópicas de fluoruro, cambios en el comportamiento relacionado con la dieta e higiene bucal (eliminación eficaz de la placa dental), reducción del consumo de bebidas energéticas, asistencia a controles rutinarios de odontología, uso de protectores dentales hechos a la medidas en deportes de contacto para evitar traumas, reducción en la ingesta de carbohidratos durante el entrenamiento y mantenerse hidratado de forma constante entre otros.
Al no prestarle atención a este tema se generan consecuencias a largo y corto plazo, a corto plazo la mala salud oral causa dolor y angustia, además de dificultades para comer y dormir, reducción de la calidad de vida e impacto en el rendimiento deportivo, las consecuencias a largo plazo incluyen el aumento de riesgo en cuanto a pérdida de piezas dentales, aumento de la frecuencia en tratamientos y como resultado alteraciones funcionales y psicológicas.
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