Al pasar los años nuestra salud cambia a pasos agigantados; aunque podemos notar arrugas y el efecto de la gravedad en nuestro cuerpo, otros cambios se producen en el interior sin llamado alguno, la salud e higiene dental en la tercera edad es uno de ellos. Solemos dejarla de lado pensando que no es tan importante como el chequeo del corazón o los famosos estudios óseos, la cruda realidad es que nuestro cuerpo envejece en conjunto y por lo tanto su abordaje debe ser igual.
A continuación podrás enterarte de una seria de problemas de salud oral que debes conocer y cuidar:
Dientes oscuros
Los dientes cambian de color con la edad por varias razones, la primera porque el esmalte dental (transparente) se adelgaza por su uso y deja ver más fácilmente la dentina, que es el tejido debajo de él; además, con la edad se continúa formando dentina que da el color amarillento al diente. Otra causa importante en el oscurecimiento de los dientes es el consumo de alimentos de colores fuertes como el café, chocolate, refrescos de cola, brócoli, etcétera, que manchan el esmalte.
Boca seca
Es causada por la disminución natural en la cantidad de saliva segregada por las glándulas bucales. También se presenta como efecto secundario de algunos medicamentos, como los hipertensivos, comúnmente usados en los abuelos.
Disminución del sentido del gusto
La disminución en el flujo salival y la edad misma afectan el sentido del gusto; además, muchas enfermedades, medicamentos y las prótesis dentales pueden contribuir a esta pérdida sensorial.
Caries de raíz
Ésta es causada porque con la edad hay retracción de la encía, dejando expuestas las raíces de los dientes, que al no tener esmalte son menos resistentes a los ácidos que las causan.
Enfermedades de las encías y pérdida de dientes
Causadas por la placa dental bacteriana (la misma que provoca las caries), se agrava por la comida que queda entre los dientes, el consumo de tabaco, uso de dentaduras y prótesis dentales, dietas deficientes en algunos nutrientes y enfermedades como la anemia, el cáncer y la diabetes.
Cuando estas enfermedades avanzan, son la principal causa de pérdidas dentales.
Mentón salido y arrugas en los labios
El aspecto de la cara cambia mucho cuando no se reemplazan los dientes que van perdiendo, haciendo que la mandíbula queda más próxima al maxilar superior lo que produce el efecto de mantón “de bruja”; no reponer los dientes también provoca que el resto de las piezas se muevan y se creen espacios entre ellos.
Artritis e higiene bucal
Cuando las personas mayores padecen artritis en las manos se deteriora la higiene bucal por la dificultad para el cepillado y el uso del hilo dental, por lo que se recomienda utilizar cepillos eléctricos.
Medicamentos
Muchos medicamentos tienen efectos secundarios en la cavidad bucal, por lo que es conveniente preguntar al médico cuando tenga molestias
Consejos
El principal consejo para las personas de la tercera edad es lograr una buena higiene a través del cepillado diario de los dientes naturales y de las prótesis, también en ellas se acumulan bacterias que producen mal aliente, caries y enfermedades de las encías.
Independientemente de tu edad debes llevar a cabo las siguientes actividades:
- Cepillarse al menos dos veces al día con una pasta de dientes que contenga flúor.
- Usar hilo dental al menos una vez al día.
- Dependiendo de sus necesidades usar enjuague bucal antibacteriano para reducir las bacterias que causan la placa.
- Visitar al dentista regularmente para limpiezas y exámenes orales.
¿Qué puede esperar una persona mayor en un examen dental?
El dentista realizará una historia clínica para determinar los antecedentes y patologías que pudiera tener el paciente, incluyendo la fecha aproximada de su última visita al dentista y cuál fue el motivo; si ha habido cambios recientes en su boca, si existe algún diente flojo u sensible, dificultad para masticar o deglutir, dolor, molestias, ulceras, sangrado, protuberancias o úlceras en la boca.
Durante el examen, el dentista revisará lo siguiente: cara y cuello (decoloración de la piel, lunares, llagas); su mordida (para cualquier problema en la forma en que los dientes se unen al abrir y cerrar la boca); la mandíbula (en busca de signos ruidos o chasquidos en la articulación temporomandibular); los ganglios linfáticos y glándulas salivales (para detectar cualquier signo de inflamación o bultos); sus mejillas interiores (para las infecciones, úlceras, lesiones traumáticas); la lengua y otras superficies interiores como el piso de la boca, paladar blando y duro además del tejido de las encías (en busca de signos de infección o cáncer oral); y los dientes (por caries, enfermedad de las obturaciones y grietas).
Si la persona usa dentadura postiza u otros aparatos, el dentista buscará signos de irritación por el material y examinará la prótesis buscando zonas desgastadas o rotas.
Deja un comentario