En casi todas las culturas, y a través de la historia hemos visto que los problemas bucodentales son frecuentemente tomados muy a la ligera, sobre todo en sus inicios, y aunque sabemos que el no atenderlos oportunamente nos puede acarrear severas complicaciones y en muchos casos llevarnos a situaciones irremediables recurrimos a ellos. Esto es algo muy común hoy en día, así como el uso de métodos “naturales”, medicinas alternativas, y otros.
¿Por qué son tan populares los remedios caseros?
Estas tendencias al remedio casero y/o natural cada día ganan mayor popularidad y se convierten en la primera opción de tratamiento en muchos sectores de la población. De algún modo esto parece increíble teniendo en cuenta la disponibilidad de muchos y muy importantes avances científicos y tecnológicos, y las facilidades y amplitud de opciones que brindan los seguros de atención dental. Esto se debe a muy diferentes motivos. Uno de los principales puede ser evitar tener que acudir al dentista.
Sabemos que muchísimas personas de todas edades sienten temor a visitar al médico, pero muy especialmente al dentista. Y con esto no nos referimos solamente a quienes presentan lo que propiamente se conoce como fobia. Hay quienes experimentan cierto temor o ansiedad ante una visita al dentista, y prefieren creer que en su boca, mientras no haya dolor u otras molestias, no hay nada que temer. Se trata de procesos psicológicos que de simple no tienen nada ya que lo lógico sería pensar en acudir al dentista simplemente para revisiones preventivas para evitar llegar a situaciones extremas. Pero hay quienes muy en el fondo temen que durante la consulta el médico encuentre alguna anormalidad seria, algo de costosa y lenta solución, o que en el peor de los casos, se trate de un odontólogo poco ético que en lugar de restaurar algún daño lo agrave.
Para todos es muy importante nuestra apariencia, y tener temor a que nuestra sonrisa se vea afectada por la falta de dientes, por restauraciones notorias o por cualquier otro motivo es algo fácilmente comprensible. Normalmente se teme al dolor, a perder los dientes, a que los tratamientos o procedimientos sean costosos, pero hay otros motivos como pueden ser los olores de las sustancias, la proximidad física con el especialista, el temor a perder el conocimiento, o simplemente a realizar algún movimiento brusco que interfiera y agrave la situación.
Por otro lado también hay quienes prefieren recurrir primero a ciertos remedios para evitar caer en el uso indiscriminado de sustancias, medicamentos y/o métodos tóxicos que además de ser más costosos contienen elementos que pueden llegar a dañar su salud. Para otros también es importante que algunos medicamentos y procedimientos llegan a ser, directa o indirectamente agresivos contra el planeta, ya sea en sí mismos, por los procesos de producción, distribución, etc.
Por supuesto hay padecimientos que no pueden ser de ninguna manera controlados mediante el uso de remedios, sobre todo cuando se trata de infecciones severas, caries, y otros.
¿Entonces es conveniente recurrir a estos remedios?
A esta pregunta no es posible responder con un “sí” o un “no” absoluto y definitivo. Todo depende las circunstancias de cada caso en particular.
En caso de caries definitivamente los remedios caseros no solucionan nada, aunque pueden ayudar a mitigar el dolor mientras es posible acudir con el especialista. Pero no hay ningún remedio casero o de los llamados tratamientos naturales que pueda restaurar el daño al esmalte dental ocasionado por la caries.
En caso de fuertes dolores cuando la caries es profunda y está comprometida la pulpa, o cuando hay inflamación o absceso en el área de la raíz es muy difícil que el dolor ceda.
Un problema frecuente son las infecciones de candidiasis oral. Este tipo de problema se puede presentar a cualquier edad a partir del nacimiento. Es una infección causada por hongos o levaduras (cándida albicans). Comúnmente se conoce como “algodoncillo” ya que puede manifestarse como una capa espesa principalmente en las encías, en la lengua, en la parte interior de las mejillas, o en la garganta. Pero también puede aparecer en otras partes del cuerpo produciendo llagas y/o erupciones cutáneas. En los bebés lactantes es un motivo frecuente de llanto y malestar sin causa aparente, a menos que se revise cuidadosamente el interior de su boca.
Entre los alimentos que diariamente consumimos existen algunos que pueden resultar de gran ayuda contra la candidiasis, sobre todo cuando el caso no es muy avanzado, o bien a mitigar las molestias mientras es posible acudir al médico. Entre los más utilizados están el ajo, el yogur, el vinagre de manzana y el aloe vera.
Lo que es definitivo es que si la infección persiste o avanza uno o dos días después de aplicado el remedio lo mejor es acudir con el dentista ya que puede derivar en un caso de gingivitis, y peor aún, en una enfermedad periodontal que conduzca a la pérdida definitiva de los dientes.
En el caso de un absceso es cierto que el dentista no puede proceder de inmediato a la restauración de la pieza. Primero que nada es necesario controlar la infección para luego continuar con el tratamiento indicado. Es posible que en la primera cita drene y realice algún procedimiento curativo, pero habrá que esperar para poder continuar.
Queda entonces claro que hay casos en los que los remedios caseros pueden ofrecer una buena solución, pero en otros solamente podrán contribuir a calmar un poco las molestias mientras el tratamiento especializado es concluido.
laura dice
Sabemos que hoy en día a pesar de los avances científicos una gran parte de la población recurre a los remedios caseros como una medida principal y como en algunos casos esta medida funciona mientras en otras ovaciones la empeora. Considero de gran importancia concienciar a la población sobre estos problemas y las consecuencias que esto puede conllevar.